Después de 53 años del terremoto de Huaraz aun no aprendemos

Por Dante Pacheco:

El próximo 31 de mayo el Perú recuerda el terremoto que asoló el Departamento de Ancash y particularmente Huaraz en 1970, desapareciendo literalmente Yungay y afectando a otras ciudades del país incluyendo Lima. El fenómeno telúrico tuvo una intensidad de 7.9 y los muertos sumaron los 70 mil.

A mas de cinco décadas de la tragedia, lo peruanos no hemos aprendido nada en materia de prevención y seguimos viviendo como si nunca mas se producirá otro movimiento de proporciones. En primer lugar, las autoridades han permitido construcciones precarias en lugares o zonas de riesgo, también se permite construcciones de material noble en lugares no adecuados y sin que se cuente con respaldo técnico, sin dirección técnica y sin licencias de construcción.

obladores y autoridades incurren en actos negligentes convirtiendo miles y miles de construcciones en candidatas al descalabro o a convertirse en ruinas si se diera -como que se dará- un sismo de mas de ocho grados como lo anuncian los especialistas. Lo peor de todo es que como individuos o como familia tampoco ejercitamos la cultura preventiva de posibles sismos o desastres naturales, no hacemos caso a los simulacros mirando con indiferencia los ejercicios que se hacen, no nos preocupamos por ubicar los lugares seguros en nuestras casas o centros de trabajo, menos nos importa la llamada mochila salvadora y por último los simulacros no se implementan como se debiera por parte de las autoridades.

El claro ejemplo de esto es que cuando se convoca a un simulacro, los responsables cierran las calles previamente al ejercicio como si pudiésemos adivinar la hora en que se produciría un sismo y pudiésemos ordenar el cierre de las calles con anticipación; ya todos tienen listas las carpas en las plazas o puntos del simulacro sin poderse medir el tiempo y la capacidad de trasladar y armar dichas carpas, las ambulancias ya están con los choferes con el material listo para transportar… es decir que nos engañamos a nosotros mismos y al final de poco o nada sirven estos ejercicios.

Es hora de replantear el tema de prevención de sismos incluyendo el tema educativo y de concientización, empezando por casa, pasando por las escuelas, centros de trabajo, brigadas de seguridad, rescatistas, etc. Nunca olvidemos que Defensa Civil somos todos.

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