Por Dante Pacheco:
Aun cuando parezca extremista, la población peruana está al borde de perder la lucha contra la delincuencia común y el crimen organizado y la única razón es porque el Gobierno no se anima a aplicar medidas extremas que puedan frenar el avance descomunal de hechos de violencia que incluyen los robos, secuestros, extorsiones y sicariato. El permitir la presencia de bandas extranjeras que audazmente se burlan de muestras autoridades podría marcar el comienzo de una égida delincuencial debidamente acorazada que luego no podrá ser combatida, claro, a menos que para enfrentarla hoy se tomen medidas extremas.
Ante esta realidad, el ejecutivo ha deslizado la posibilidad de implementarse algunas de las medidas que en El Salvador han permitido una drástica disminución de la delincuencia, obviamente esto ha provocado la salida de voces discrepantes aduciendo que se iría en contra de los derechos humanos y que en algunos casos inocentes podrían pagar por culpables. Lo cierto es que ya existe en el Congreso un pedido o facultades para legislar en temas de seguridad y eso incluye la modificación de casi cincuenta normas, aunque se desconocen cuáles serían las mismas, pero se asume que entre las medidas cuestionadas están el recorte de los derechos ciudadanos, el levantamiento del libre tránsito, la inviolabilidad de las viviendas o las detenciones sin previa autorización judicial, así como la implementación de “los jueces sin rostro”. Estas medidas son efectivamente drásticas y al parecer extremas, pero consideramos que es la única forma de combatir las mafias criminales y la descomunal presencia delincuencial en nuestro país y si para ello se tiene que romper con el Pacto de San José, es preferible hacerlo antes de que sigamos contando con mayores asesinatos, mayor derramamiento de sangre, más extorsiones y mayor número de bandas extranjeras que han encontrado en el Perú la pasiva y cómplice actuación de nuestras autoridades, policías y operadores judiciales.
A estas alturas ya nadie está a salvo, nuestros hijos están a merced de la delincuencia y es por eso que algo se tiene que hacer y si ese algo implica tomar medidas extremas, habrá que asumirlas… antes de cualquier reparo primero está la integridad y la vida de todos los peruanos, dejémonos de hipocresías y de politiquería barata, el Perú esta primero.