POR DANTE PACHECO:
A un mes de culminarse el año, el cauce del río Chancay aún esta colmatado, lleno de basura y desmoste, por lo que una vez más nos preguntamos, qué es lo hace la Autoridad Nacional del Agua -ANA-, no solo no invierte, no coordina ni permite que otras entidades realicen el trabajo que a ellos les corresponde.
Mientras que el Gobierno Central insiste en decir que los recursos para prevenir desastres por el fenómeno el Niño, la realidad ofrece un distinto panorama puesto que en la misma situación está el Gobierno Regional, obligando que las Municipalidades hagan sus propios esfuerzos y gestiones para tratar de solucionar los problemas a la vista. La Contraloría insiste en señalar que el porcentaje de inversión para estos casos no llega ni siquiera al cuarenta por ciento.
El Gobierno Regional trata de justificar su indolencia a través del Consejero huaralino que habla de mejorar los almacenes que en realidad son para atender a quienes resulten damnificados. Las entidades de Gobierno tienen que tener bien en claro que lo primero es la prevención y en paralelo los planes de contingencia, sin embargo, han descuidado lo primero y lo esencial de modo que estamos a expensas de que lo que ocurra nos afecte grandemente solo por la negligencia de la ANA.
En el caso de Aucallama, el Alcalde ha tenido que apelar a sus propios recursos y a lo poco que recibió como transferencia para atacar los puntos críticos del río Pisquillo donde las condiciones ya son mejores, habiéndose descolmatado el respectivo cause y profundizando su nivel para asegurar que ante la crecida de las aguas no produzca daños. Huaral está haciendo lo propio y lo mismo realiza la Junta de Usuarios, pero aclarándose que es la ANA quien no cumple, por lo que a responsabilidad de lo que ocurre con la presencia de los huaycos y desbordes será exclusivamente de la Autoridad Nacional del Agua.