POR DANTE PACHECO:
Todos sabemos que, desde hace algunos años, Huaral ha mejorado sustancialmente en lo que se refiere a su producción vitivinícola, o sea, a la fabricación o elaboración de licor, obviamente teniendo como base la uva en sus diferentes variedades. A eso se suma que también se viene produciendo pisco y, según los entendidos de buena calidad, esto ha llevado a que los productores en mayor hayan decidido formalizarse, creándose para ello, asociaciones de productores, unos vitivinícolas y otros pisqueros, con pretensiones de hacerse de un nombre. No cabe dudas que este tipo de productos en vitrina permiten complementar la actividad turística como existen en otras partes como Ica, Cañete, Lunahuaná, entre otras. Todo parece indicar que Huaral está ganando o haciéndose de una propia marca, habiendo superado largamente a Huacho, pero aún a distancia de los sureños que tienen como fortaleza, la antigüedad de sus actividades, así como la calidad de sus uvas.
En ese marco de acciones en favor de la producción vitivinícola y pisquera de Huaral, desde hace ocho años se organiza el Festival del Pisco Sour, así como los Festivales de la Uva y otros similares. Desde hace seis años, el Gobierno Regional de Lima decidió promover y fomentar esta actividad, organizando el Concurso del Pisco Sour, y este año la sede fue Huaral, cosa que enorgullece a los productores de Pisco y a los especialistas en esta bebida nacional, considerada como una bebida de bandera, neta del Perú.
Los productores huaralinos estuvieron prestos a colaborar con dicha organización y hasta cedieron sus locales para desarrollar el sexto concurso Regional de esta bebida, esta oportunidad llenó de gozo a los productores huaralinos porque, precisamente fue Huaral quien se hizo del Primer Puesto representado por un barman del viñedo Pisco Huaral; el segundo lugar fue de Santa María de Huacho y el tercero cayó en manos de otro huaralino, representando al viñedo Velarde.
Sin embargo, todo esto que os enorgullece se desdibujó con una pésima organización del evento, obviamente a cargo de la Región, hubo demasiada informalidad o, mejor dicho, improvisación, los invitados sufrieron el desaire de los organizadores pues, ni siquiera tenían una organización para recepcionarlos como es debido, tampoco un lugar donde sentarlos, ni nada que se le parezca, no hubo nada de especial en la atención a los invitados ni a quienes desinteresadamente colaboraron con el evento. La Región como que se desligó de la actividad y no le dio la importancia del caso.
En particular, nosotros somos abstemios, pero nos interesa en particular, la actividad turística que, en el caso de Huaral, tiene como fortaleza la gastronomía, que bien podría consolidarse con la actividad vitivinícola, la misma que debe ser respaldada por las autoridades locales y regionales. La Municipalidad hizo lo suyo con el Festival, pero la Región quedó muy mal con su Concurso. ¡Qué pena!