“La guerra que no tiene nombre … es sucia e inmunda”, por Dante Pacheco 

EL OJO DE LA TORMENTA:

A medida que se acerca la fecha de las elecciones municipales y regionales la guerra sucia en contra de candidatos se acrecienta llegando hasta el terreno de la inmundicia y donde sus autores -que ya no tienen escrúpulos- se pintan de cuerpo entero, olvidando que se trata de una contienda donde debe prevalecer la guerra de propuestas e ideas y bajo el imperio de la democracia.

En las últimas semanas, quienes se esconden en el anonimato o los cobardes trols se han esmerado en publicar o replicar una serie de falsedades o medias verdades que tienen como único propósito el pretender bajarle la llanta a quienes ellos mismos consideran el candidato favorito de la contienda y no les importa dañar moral y psicológicamente a quienes están detrás de su objetivo principal, es decir a familiares cercanos que al margen de los enfrentamientos no tienen que ver nada con la política. Estos repudiables sujetos han llegado a manipular videos con la intencionalidad de distorsionar el contenido de audios y videos, esto sirve para poner al descubierto la mala intención detrás de supuestas revelaciones porque en las mismas publicaciones aparece el programa de la edición que utilizan para sus fines malévolos.

Recientemente se publicó un flayer donde se daba cuenta de que el candidato Fernando Cárdenas había sido excluido de la contienda y reemplazado por una mujer, sin embargo resulta más que obvio que la información era falsa y eso lo saben todos los periodistas o comunicadores sociales, por lo que no solo producir esa información sino que además de ello reproducirla da cuenta de la mala intención porque mínimamente todos conocemos que el flayer de marras es un infundio, en otras palabras la campaña asquerosa deja la huella de gente maquiavélica que se ensaña contra un candidato, que evidentemente no les gusta y que por razones inconfesables pretenden destruir. El problema es que se mezcla al periodismo puro con actitudes de mercenarios que comprometen a quienes intentan practicar un periodismo consecuente. Nadie niega que es importante la crítica y los cuestionamientos, pero las mismas deben realizarse con objetividad, recordando además que la guerra -en el mejor sentido de la palabra- es entre candidatos y donde el papel de los periodistas es básicamente informar, claro está que se puede efectuar comentarios cargado de dardos pero que estos deben enmarcarse en la ética profesional y moral, que esta guerra -que no es nuestra-debe desarrollarse en el marco de la democracia y el sentido de responsabilidad… lo otro siempre será sucio y por demás asqueroso, inmundicia que se extrae del lodo y del basural…. CRITICAS SI, ASQUEROCIDAD NO.

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