Las autoridades ediles empiezan a abandonar los trabajos que les corresponde, por Dante Pacheco

A poco más de 90 días de fin de año, las autoridades municipales tanto de Huaral como de Chancay y otros distritos empiezan a abandonar sus respectivas responsabilidades, dejando las principales funciones al garete, tan es así que hoy en día cunde el desorden en el comercio ambulatorio y los ambulantes vuelven a tomar las calles céntricas de la ciudad sin que nadie les diga nada, especialmente en horas de la noche, de modo tal que el boulevard del Solar se convierte en un caos.

Sin embargo, eso no es todo, se acentúa la falta de higiene y de limpieza pública y la acumulación de basura se acrecienta en lugares específicos como el sector del camino hacia la poza de san Martin y en todos los sectores periféricos de la ciudad. La falta de carros recolectores de basura es evidente y las esquinas se convierten en foco infeccioso, la gente o empresas como EMAPA HUARAL dejan los desmontes que producen sus trabajos y los abandonan en el mismo lugar sin importar que generan una serie de problemas a los vecinos y transeúntes en general. Los reclamos de los vecinos ya no son escuchados y el alcalde se encierra en una burbuja donde no escucha a nadie. No se puede desconocer que se están ejecutando obras, pero la ciudad requiere que se sigan dando las labores básicas como el orden, la limpieza, la seguridad, cosas que lamentablemente ya no forman parte de la agenda del alcalde de Huaral y de la alcaldesa de Chancay, todo parece indicar que están desesperados por irse y dejar rápidamente sus cargos.

Esta situación coloca a las futuras autoridades frente a desafíos mayores porque además de tener que pensar en cumplir con sus promesas tendrán que abordar el abandono en que están dejando cada una de las municipalidades. Ojalá que las actuales autoridades reflexionen al respecto y traten de trabajar por la población a fin de que ellos no se lleven el peor de los recuerdos de las gestiones ediles que en poco más de 90 días culminarán, en algunos casos, sin pena ni gloria.

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