Culminado el primer semestre del año, es oportuno hablar de las acciones realizadas por nuestros gobernantes, principalmente la gestión de los alcaldes y obviamente la del Gobierno regional de Lima.
Si analizamos fríamente las cifras nos encontraremos que resulta poco lo que se ha hecho, principalmente si hablamos de obras públicas, no obstante se debe tomar en cuenta que en todos los casos se trata de nuevas gestiones y que las anteriores dejaron los municipios en estado paupérrimo, es decir con una administración colapsada, con presupuestos magros y con niveles de corrupción que obliga la intervención de la Contraloría General de la República, como en el caso de Huaral, donde los indicios y las evidencias son notorias. Lo peor de todo es que en Huaral, Chancay y Aucallama los proyectos quedaron entrampados, las obras inconclusas y otras abandonadas; es en ese contexto en que se han tenido que mover las actuales autoridades, despejando y mejorando el camino para transitar con sus propios proyectos.
Enfrentando esta problemática se ha logrado empezar un trabajo que en principio implica el orden y la limpieza aun cuando les dejaron camiones recolectores que no funcionan y herramientas virtualmente destrozadas, además se destrabaron obras de la anterior gestión que se pusieron en marcha y otras que ya se inauguraron, pero asimismo se colocaron primeras piedras y se culminaron obras como el mejoramiento de la calle Julio C. Tello.
A la fecha se están licitando cuatro obras importantes, otras listas para su ejecución y numerosos proyectos que se estiman se realizarán en los próximos meses, es decir que pese a las circunstancias Fernando Cárdenas Sánchez empezó a apretar el acelerador y eso dice mucho de su gestión.
En el caso de Aucallama, las obras empezaron a cristalizarse, sobre todo las relacionadas con el agro, infraestructura de riego, entre otras y en paralelo suscribe una serie de convenios para ejecutar en su distrito obras de saneamiento -agua y desagüe-en favor de sus mas de sesenta centros poblados para lo cual coordina acciones con el Gobierno Regional de Lima, Con Pro Inversión y con el Ministerio de Vivienda, entre otras entidades públicas y privadas. Edwin Valdivia también encontró un Municipio en la debacle, pero se rodeó de los mejores funcionarios para pensar en grande En seis meses de gestión, su labor es plausible.
Lo propio ocurre en Chancay donde la situación caótica que encontró Álvarez Andrade el Municipio era mas que evidente que requeriría de capacidad para encontrar el camino correcto y finalmente lo logró, de modo que ya puede sentar las bases para la recuperación total del vecino distrito donde ya empezaron las obras públicas, tanto en el cono norte como en el sector sur del distrito, obras de saneamiento, pistas y veredas, parques, edificios para actividades culturales, sociales, etc. Que son ahora su prioridad. Juanelo manifestó que, en los primeros meses de gestión, los pasos dados pudieron ser lentos, pero siempre seguros y hoy los resultados empiezan a notarse.
Lamentablemente no se puede decir lo mismo del GORE Lima Provincias, donde es cierto que se han inaugurado obras que quedaron pendientes y algunos intentos por apoyar al agro, sin embargo, aún nada contundente o tal vez pueda tener algo bajo la manga-si se trata de obras de magnitud-pero la Dra. Rosa Vásquez no concede entrevistas a medios locales y el paso por cada una de las provincias es bastante fugas.
Por lo pronto los gastos en materia de inversión púbica son magros, salvo error u omisión, claro que son seis meses de acomodo, en todo caso no hay que acostumbrarse a acomodarse. Esperamos de la Región una mayor apertura a la prensa porque a la fecha no existe una buena comunicación y eso es negativo. Por lo demás, creemos que, en términos generales, a fin de año veremos el fruto de la siembra que las autoridades han hecho en estos primeros meses del año. Que así sea.