Una investigación de la Policía Nacional ha revelado que más de 500 negocios en Sayán y alrededores estaban marcados por «Los Zetas», una organización criminal que emulaba al conocido cártel mexicano. Este grupo tenía todo un sistema estructurado: logística, operadores, sicarios, empresas de fachada, y contactos en la policía, abogados y contadores. Su objetivo era tener el control absoluto en zonas como Andahuasi, Sayán, Huaral y Huacho.
Según los informes de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el líder de esta organización, Zorovabel Sadoc Del Castillo Santiago, alias el «Zorro», dominaba los pueblos de Irrigación Santa Rosa. Se sabe que cualquiera que se interpusiera en su camino o compitiera con sus empresas marcadas con la calcomanía de «Los Zetas» sufría represalias. Como han revelado colaboradores eficaces, el «Zorro» no toleraba competencia en su territorio.
Aunque hay otro grupo similar que también coloca calcomanías en negocios para ofrecer supuesta «seguridad», la policía sospecha que esa organización, que aún opera en la zona, eventualmente enfrentará a la justicia.
AMASARON UNA FORTUNA
Las investigaciones indican que «Los Zetas» comenzaron sus actividades en 2019, aprovechando el negocio de la seguridad privada para captar empresas, tiendas y hasta profesionales. «Conocían a todos en la zona y sabían todo lo que ocurría», señala un documento de inteligencia.
Incluso el alcalde de Sayán era un objetivo de esta organización, quien, consciente de las amenazas, tomaba medidas de seguridad cada vez que visitaba Irrigación Santa Rosa, según una fuente cercana.
La policía sospecha que esta organización ha amasado una fortuna superior a los 5 millones de soles en los últimos cuatro años. Las extorsiones eran una práctica diaria, y ningún negocio se libraba de tener el sticker de «Los Zetas». Aquellos que no lo tenían sufrían ataques o robos hasta que se sometían al control de la banda.
Para desmantelar esta red, los detectives de la brigada contra el crimen organizado se infiltraron durante meses en la comunidad, trabajando como lugareños en el campo y en empresas, recolectando pruebas que finalmente han permitido identificar al cabecilla, aunque sigue prófugo.
El «Zorro», aficionado a las series de narcotráfico como ‘Escobar’, soñaba con establecer un imperio en la zona, incluso con un zoológico propio, apropiándose de terrenos a cualquier costo. Como él mismo decía: «Estoy en mi zona y soy intocable».