La feria de Barranca, ubicada en las inmediaciones de Polvos Azules, se convirtió en escenario de pánico y caos durante las celebraciones de Año Nuevo.
Este año, la venta de pirotécnicos no estaba prohibida, lo que permitió que numerosos puestos ofrecieran estos productos a los asistentes.
Faltando pocos minutos para el inicio del 2025, un niño encendió un cuetecillo, provocando que una gran cantidad de artefactos pirotécnicos almacenados en los puestos cercanos explotaran de manera descontrolada.
El fuego se propagó rápidamente, provocando evacuaciones desesperadas y dejando varios puntos completamente destruidos.
Casi de inmediato se hizo presente personal de la compañía de Bomberos, afortunadamente, no se reportaron víctimas humanas, pero los daños materiales fueron significativos. Este incidente subraya la necesidad urgente de establecer controles más estrictos para la venta y manipulación de pirotécnicos en eventos públicos, con el fin de prevenir tragedias futuras.