Por Dante Pacheco:
Con el pretexto de que toda persona tiene derecho a la defensa o al debido proceso, en el Congreso se permitieron escuchar a Juan José Santibáñez, ministro del Interior quien pretende sostenerse en el cargo a pesar de su rotundo fracaso.
Durante la interpelación este ministro tuvo la oportunidad de defenderse, de modo que solo se espera la votación a fin de que se apruebe o no su censura, pero darle la oportunidad a que pretenda argumentar que su labor es fructífera y decir que él no es responsable del crecimiento de la delincuencia o del crimen organizado está demás.
Algunos apuntan que bien podría tratarse de una especie de salvavidas y que ello podría ser parte de una estrategia para seguir chantajeando a la presidenta a cambio de sostener a este mal ministro en el cargo… No creemos en dicha hipótesis, pero sí creemos que se juega con el tema de la censura o se utiliza la presentación como un globo de ensayo a ver cuál es la reacción de los pobladores. Lo cierto es que este ministro ya tocó techo y que no queda otra que despacharlo y que el ejecutivo nombre a quien tenga la capacidad suficiente para enfrentar esta violencia criminal con estrategia, inteligencia y con los pantalones bien puestos. La hora de Santibáñez llegó a su fin.
ENFOQUE REAL 