Por Emerson Jara
Ahora son cuatro expresidentes del Perú que se encuentran recluidos en el penal de Barbadillo es un tema complejo y multifacético que genera diversas opiniones y reflexiones. Por un lado, algunos podrían argumentar que esto demuestra que la justicia peruana está funcionando de manera efectiva, sin importar la posición o el cargo que se haya ocupado, como dijo Montesquieu, «La experiencia eterna muestra que todo hombre que tiene poder se siente inclinado a abusar de él», en este sentido, la reclusión de estos expresidentes podría verse como un paso hacia la rendición de cuentas y la transparencia en la política peruana. «La justicia es la base de la libertad» y en este caso, la justicia parece estar cumpliendo su papel.
La reclusión de estos expresidentes demuestra que nadie está por encima de la ley y que se está trabajando para erradicar la corrupción y el abuso de poder en el país, Cicerón manifestó: «La justicia es la reina de todas las virtudes», en tal caso, la justicia parece estar reinando. La aplicación de la justicia sin distinción de personas o cargos es fundamental para mantener la confianza en el sistema judicial y político del país, pero, algunos podrían decir que la reclusión de estos expresidentes es una forma de persecución política y que se está utilizando la justicia para desacreditar y eliminar a opositores políticos, «La justicia sin fuerza es impotente, pero la fuerza sin justicia es tiranía», y en este caso, la justicia debe ser aplicada de manera imparcial. También, la reclusión de varios expresidentes podría generar inestabilidad política y socavar la confianza en las instituciones del país. Cabe mencionar lo siguiente: Pedro Castillo: Cumple prisión preventiva por el delito de rebelión tras su intento de disolver el Congreso. Ollanta Humala: Fue condenado a 15 años de prisión por lavado de activos relacionados con aportes ilícitos a sus campañas electorales. Alejandro Toledo: Cumple prisión preventiva por el caso Interoceánica, relacionado con sobornos de Odebrecht. Martín Vizcarra: Condenado a 5 meses de prisión por cohecho pasivo propio en dos obras de magnitud.
En cualquier caso, la reclusión de estos expresidentes plantea importantes preguntas sobre la naturaleza de la justicia y la política en el Perú, como dijo John Locke, «La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales», ¿estamos ante un paso hacia la justicia y la transparencia, o ante una forma de persecución política? La respuesta a esta pregunta dependerá de la perspectiva y la información disponible. «La justicia es el fundamento de la sociedad», dijo Aristóteles, y en este caso, la justicia parece estar siendo puesta a prueba.