Un operativo conjunto de la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada de Huaura y la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior permitió desarticular parte de la red criminal conocida como “Los Lobos de Huaral”, dedicada a las extorsiones y ataques contra empresarios y transportistas de la provincia.
Las pesquisas lideradas por el fiscal José Silva Vidal (equipo 2) confirmaron que la banda operaba desde el penal de Carquín, donde reclusos realizaban llamadas para exigir pagos ilegales a comerciantes. Quienes se negaban a entregar dinero eran objeto de seguimientos, amenazas e incluso atentados.
En el operativo se detuvo a Gino Loza, acusado de reclutar personas para dejar explosivos o mensajes intimidatorios, y a Miriam Quineche Alarcón, sindicada como la receptora de los depósitos obtenidos bajo coacción.
El Poder Judicial dictó prisión preventiva para ambos por su presunta vinculación con esta red delictiva, que mantenía bajo constante temor a la población huaralina.
Este caso refleja cómo las mafias carcelarias continúan manejando operaciones criminales desde los penales, lo que evidencia la necesidad urgente de fortalecer los controles penitenciarios y frenar la expansión del crimen organizado.
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