“Me han reprogramado la cita dos veces en menos de tres meses; no llegó el doctor la semana pasada porque estuvo en huelga, me acaban de decir”, cuenta Abraham Vargas. Tiene 78 años y un problema en el corazón que lo lleva a realizarse exámenes al menos una vez al mes. O al menos así debería ser.
Cuenta que el problema de las citas lo ha tenido siempre. No vive cerca, y cuando llama para consultar la disponibilidad de una consulta en cardiología nunca le contestan. Cuando va presencial, como le sucedió esta semana, le dicen que deberá entrar a una lista de espera sin fecha específica.
“Me puede dar un paro en cualquier momento, y la verdad no siento que a los médicos les importe. No parece que le importe a alguien en este hospital, cuando yo siempre aporté”, dice Abraham a Perú21. Cuenta que hizo una cola de 30 minutos para que, al llegar al counter, le dijeran que no había citas hasta, al menos, seis meses. Pero que podía entrar en una lista de espera y quedar atento a su celular.
Abraham fue una de las decenas de personas que se vio obligada a pararse en una fila de consulta externa para intentar sacar cita esta semana, días después de que cesó la huelga nacional que realizaron durante quince días miles de trabajadores de Essalud, entre médicos, enfermeras, técnicos, trabajadores CAS, etc.
Ellos aseguran que lo hicieron porque sus condiciones de trabajo no eran óptimas y porque están “defendiendo los derechos de los asegurados”. En el papel, el único acuerdo ejecutado es la exclusión de un decreto legislativo que obligaba al Seguro Social a rendirle cuentas al Ministerio de Economía y Finanzas, hecho que no les satisfacía.
Lo cierto es que, una semana después del cese de la huelga, los problemas de los asegurados siguen vigentes y agudizados. Y en el caso de los trabajadores de Essalud, no han visto resueltos los pedidos puestos sobre la mesa días antes. Ellos mismos fueron los que visibilizaron el otorgamiento de la buena pro a una compra internacional de cloruro de sodio que involucra una diferencia de más de 30 millones de soles en comparación con las tarifas del mercado nacional.
El onceavo presidente ejecutivo de la entidad, Segundo Acho, aseguró a Perú21 (ver recuadro) que están poniendo en marcha las mejoras. Los gremios aseguran que su permanencia no es idónea, mientras está pendiente del voto un proyecto de ley que plantea que el directorio del Seguro Social elija su presidente, en vez de que lo haga el Gobierno.
HABLAN LOS TRABAJADORES
Perú21 pudo conversar con más de diez gremios de trabajadores que llevaron a cabo la huelga nacional en el Seguro Social, quienes aseguraron que en caso la autoridad no cumpla con las promesas del acuerdo, volverán a una huelga nacional.
“Hay una dicotomía de alto riesgo, cada año el Seguro recauda más de 17 mil millones de soles, pero el modelo de gestión no responde a las reales necesidades de los asegurados. La corrupción también ubica a Essalud en el tope de las instituciones con el más alto índice de corruptela”, mencionó Santiago Vinces, secretario general del Sindicato Nacional de Médicos del Seguro.
Él niega que la solicitud principal de quienes participaron de la huelga haya sido un aumento de sueldo, tal como lo anunció el Seguro en un comunicado.
La licenciada Vilma Alvarado, secretaria general del Sindicato Nacional de Enfermeras del Seguro Social, advirtió que el cese de la huelga en Essalud no significa que los problemas de fondo estén resueltos.
“Como enfermeras tenemos funciones y actividades específicas en todos los niveles de atención: hospitalización, emergencias, cuidados críticos, pediatría, neonatología. Sin embargo, trabajamos sin los insumos básicos”, señaló. Entre las carencias mencionó jeringas, equipos de volutroles, llaves de doble y triple vía, que muchas veces son de mala calidad o simplemente no están disponibles.
Alvarado reconoció que, en ocasiones, el personal se ve obligado a cubrir estos gastos. “A veces sí, porque no podemos dejar sin tratamiento al paciente”, afirmó. En otros casos, incluso los familiares de los asegurados deben comprar insumos para que el tratamiento se realice de forma adecuada.
La dirigente subrayó que esta situación expone tanto a los pacientes como al personal. “Cuando una jeringa de 10 mililitros se usa en pediatría, resulta difícil medir dosis pequeñas y se corre riesgo de accidentes. Esto obliga a los padres a colaborar comprando lo necesario”, explicó.
Respecto al levantamiento de la medida de fuerza, Alvarado indicó que lo conseguido es un compromiso institucional para mejorar equipamiento, infraestructura y equipos biomédicos, pero advirtió que el sindicato realizará un seguimiento estricto. “Queremos que la institución cumpla con su obligación de dar una atención de calidad, sin desabastecimiento”, expresó.
Por su lado, la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Beneficiarios CAS-COVID de Essalud, Mireille Quispe Rojas, señaló a Perú21 que la reciente huelga del gremio tuvo como uno de sus principales motores la denuncia de corrupción en las compras institucionales.
“Hay mucha corrupción en Essalud. Hemos podido percibir que ha habido una compra de los sueros fisiológicos con precios muy altos, lo que afecta el presupuesto y genera deficiencias en la atención de los pacientes”, afirmó. Según explicó, en las farmacias de la institución no hay medicamentos suficientes y los asegurados deben regresar varias veces para conseguir los fármacos que les corresponden.
El secretario general del Sindicato Unitario de Nutricionistas de Essalud, Germán Reyes, señaló a este diario que la problemática en el Seguro Social afecta directamente el trabajo de su gremio, que enfrenta un déficit de personal y carencia de equipos básicos para la atención.
“Tenemos baja cantidad de profesionales nutricionistas en el Perú. Hay lugares donde no hay nutricionistas, se cubre con serumistas o locadores de servicio”, explicó. Además, detalló que en su labor diaria carecen de materiales esenciales como tallímetros, balanzas y equipos para realizar diagnósticos y evaluaciones nutricionales.
El dirigente indicó que, pese a la firma de compromisos, los problemas de fondo no se han resuelto. “Vamos a estar constantemente monitorizando que se cumplan los acuerdos. Entendemos que no se va a solucionar de la noche a la mañana, pero nuestra labor como sindicato es fiscalizar”, señaló.
Uno de los principales problemas es la sobrecarga laboral. Reyes precisó que un nutricionista llega a atender hasta 200 o 250 pacientes en hospitalización, cuando lo adecuado sería entre 40 y 50. “Eso no nos permite realizar una evaluación nutricional personalizada y adecuada para cada paciente”, advirtió.
El caso de Abraham y de miles de asegurados refleja que, pese al levantamiento de la huelga, los problemas en Essalud permanecen: largas colas, falta de citas, desabastecimiento y personal sobrecargado. Los gremios que paralizaron 15 días insisten en que lo conseguido hasta ahora es apenas un compromiso en el papel y advierten que, si la institución y el gobierno no cumplen, volverán a tomar las calles.
RESPONDE ESSALUD
El presidente de Essalud dio a Perú21 su versión sobre los cuestionamientos:
“Hay algunos establecimientos de salud con brecha de personal asistencial porque el número de médicos especialistas, enfermeras e integrantes de otros grupos ocupacionales es insuficiente. Sin embargo, también normas legales han obligado a la institución a incorporar a personal, por lo que se hizo una evaluación integral para identificar las diferentes brechas y redistribuir el recurso humano.
Pese a eso en algunos establecimientos de salud aún estamos carentes de recursos humanos. Además, cada año cesan 300 a 400 trabajadores del régimen del Decreto Legislativo 276, lo que hace incluso más profunda la brecha de personal en algunos establecimientos de mayor complejidad. En la práctica, Essalud está implementando medidas orientadas a cerrar la brecha de personal asistencial para optimizar la atención de los pacientes asegurados. Según lo dispuesto en la Ley N.° 32136, entre octubre y noviembre próximos se llevará a cabo un proceso de promoción interna. Sobre el desabastecimiento, estamos en permanente vigilancia del ‘stock’ de medicamentos e insumos médicos en las diferentes redes asistenciales y prestacionales de Essalud. Nuestra prioridad es la atención de calidad y calidez a los asegurados, y para ello es fundamental que las redes cuenten con los medicamentos e insumos. Nuestra preocupación es constante y trabajamos de manera preventiva en ese aspecto.
Según la Central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos (CEABE), de Essalud, a la fecha, en todas las redes asistenciales y prestacionales del país, hay un abastecimiento del 90.41% en el rubro de medicamentos, de 90.55% en material de laboratorio y de 87.78% en el rubro de laboratorio. En coordinación con las gerencias de las redes, se están depurando y actualizando los presupuestos no ejecutados de enero a junio de este año para cumplir un compromiso de ejecución del 99% en esos rubros hasta noviembre próximo. En cuanto a las compras, el 13% corre a cargo de la CEABE y el 87%, a cargo de las redes.
Es importante resaltar que durante la paralización se cumplió con el 80% de las citas externas en todas las redes asistenciales y provinciales del país. El porcentaje de ausentismo se vivió más en Lima. Estamos desarrollando un plan de reprogramación de citas según la realidad de cada red prestacional y asistencial. La estrategia es la optimización de espacios y la implementación de un tercer turno en consultas externas, con el consecuente aumento de horario de atención, y la apertura de turnos de noche y de sábados y domingos, salas de operaciones”.