Se ha dado inicio al desmontaje de la estructura del Puente Rojo de Palpa, como parte de los trabajos de reconstrucción y reforzamiento estructural. Esta decisión responde al estado crítico que presentaba el puente, con daños evidentes en pilares, inclinaciones y grietas que ponían en riesgo su uso seguro.

Simultáneamente, con el propósito de no dejar aislada la zona ni afectar la movilidad de las comunidades, ya se ha puesto en servicio un puente provisional modular, el cual garantiza el paso de vehículos mientras duren las obras.
