El gobierno pone la lupa en la izquierda: mientras algunos casos pasan desapercibidos en el Congreso, el actual gobierno ha decidido abrir una investigación a partidos políticos de izquierda presuntamente vinculados con remanentes de Sendero Luminoso.
Esta medida busca esclarecer posibles nexos entre agrupaciones políticas y movimientos radicales que habrían promovido actividades de agitación y captación en universidades y distintas regiones del país.
Fuentes del Ejecutivo aseguran que “no se trata de una persecución, sino de limpiar la política de influencias extremistas”.
Sin embargo, el anuncio ya generó reacciones divididas: mientras algunos celebran la firmeza del gobierno, otros denuncian un intento de silenciar a la oposición.
En medio de esta tensión, varios congresistas señalados mantienen un silencio absoluto, mientras la ciudadanía exige transparencia y justicia sin distinción política.