Ante la atónita mirada de la dolida familia y acompañantes que veían como cargadores de una funeraria hacían bailar el féretro con el cuerpo inerte del difunto, intentaban despedirlo de su hogar al ritmo de un pegajoso huaynito casí termina en desastre al trastabillarse uno de los cargadores que se le cae del hombro el cajón mortuorio.

Fue rápida la reacción de los otros tres cargadores y dolientes que evitaron que el féretro impacte en el piso de la sala.

Luego del incidente trasladaron el cadáver al cementerio de Huancayo para su sepultura.