Por Dante Pacheco:

Una vez más, los grupos radicales de derecha y principalmente de izquierda listos para seguir petardeando nuestra endeble democracia, enfilando sus baterías en contra del presidente José Jerí Oré aun cuando no termina de acomodarse en su sillón.

Como es de dominio público, el ex presidente del Congreso tuvo que suceder, por mandato de la constitución, a la vacada Dina Boluarte y en razón de ello necesariamente se ve obligado a improvisar su gestión pues se trata de un gobierno de transición. Bajo esa premisa, no se entiende el por qué los grupos radicales empezaron a bombardear al mandatario, del mismo que de antemano se conocían sus debilidades, por lo que normalmente resultaría innecesario los cuestionamientos que hoy se le hacen; porque los propios parlamentarios, quienes lo llevaron a la presidencia del Congreso sabían de las acusaciones en contra de Jerí y a la par de que también sabían que eventualmente podría llegar al sillón de Pizarro, como ocurrió, de modo que no se condice el pretender colocarlo en el paredón, a menos que la idea sea el de seguir sembrando el caos y la anarquía a fin de que al mismo modo del río revuelto, ganancia de pecadores, los operadores de la destrucción se quieran traer abajo la débil democracia que tenemos en el país.

Para nadie es un secreto que de un tiempo a esta parte hay gente que gobierna bajo la sombra y que le sacan provecho propio a esa situación, poderes que están enquistados en el Ejecutivo, el Legislativo y en el Poder Judicial con el Ministerio público, caviares o radicales de la ultra derecha que ven en la desestabilidad grandes beneficios, porque en este caso no necesariamente es más fuerte el que más poder económico tiene, si no quienes más poder tienen tras bambalinas.

El Perú no puede seguir dominado por esos intereses subalternos, no podemos aceptar que estos grupos de poder sigan petardeando nuestra democracia, es hora de no hacerles caso o de denunciarlos a fin de que por apetitos personales no terminen destruyendo el Perú.