Reeleccionista Julio Melgarejo, presidente la Junta de Usuarios Chancay – Huaral habría firmado contrato con empresa que perjudicaría a los agricultores

A pesar que los agricultores en asamblea general desestimaron la construcción de nuevas oficinas para la Junta de Usuarios y aprobaron la compra de un pool de maquinarias, el actual presidente Julio Melgarejo Oropeza, de manera unilateral, habría decidido la construcción del nuevo inmueble, tal como lo han dado a conocer los mismos agricultores indignados.

Es así, que con fecha 9 de febrero del presente año, firmó el contrato con la empresa Predificar E.I.R.L ganadora del servicio de demolición a cambio de S/ 60,000 soles.

Lo que vienen cuestionando los agricultores, es el hecho que en este contrato habría una obligación de la Junta de Usuarios que sería contrario a los intereses de los agricultores, ya que en la cláusula sexta se señala literalmente lo siguiente:

«… la junta pondrá a disposición del servicio a realizar 01 maquinaria retroexcavadora y 01 volquete para el desarrollo del servicio, incluyendo operador y combustible …» (SIC)

Lo que cuestionan los agricultores radica en el hecho que, si se contrató a una empresa privada para la demolición ¿por qué la Junta de Usuarios tiene que aportar maquinaria pesada, volquete, operador y combustible? ¿Qué tipo de contrato es este? -han cuestionado. El Sr. Julio Melgarejo, tiene la palabra.

Fuente: RADIO TV Digital-RTD

Razones por las cuales los agricultores desaprueban la gestión de Julio Melgarejo y anuncian que no votarán por su reelección

Votar en contra de Julio Melgarejo, no es solo un acto de rechazo, es un acto de dignidad y de defensa de los recursos que pertenecen a todos los agricultores huaralinos.

Resulta indignante que, luego de casi cinco años de una gestión marcada por la improvisación, el incumplimiento de acuerdos y la falta de transparencia, el Ing. Julio Melgarejo Oropeza pretenda aferrarse a la presidencia de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Chancay-Huaral. Su reelección no debería ser vista como una opción democrática, sino como un síntoma de la descomposición institucional que amenaza con sepultar a una organización clave para la agricultura de nuestra provincia.

Los hechos hablan por sí solos. La Asamblea General, máximo órgano de la institución, rechazó la construcción de un nuevo local institucional y acordó priorizar la compra de maquinaria pesada, indispensable para atender labores de control de cauces, limpieza, mantenimiento de defensas ribereñas y construcción de infraestructura hidráulica, según sea necesario para preservar y gestionar los recursos hídricos. Sin embargo, Melgarejo y su directiva, en un acto autoritario, decidieron pasar por encima de los agricultores e imponer el proyecto inmobiliario. ¿Qué clase de dirigente ignora la voluntad de las bases que lo eligieron? Uno que confunde el cargo con un feudo personal.

A ello se suma una sombra aún más oscura: las denuncias del candidato Filomeno Eustaquio Carbajal, quien asegura haber sido víctima de maniobras legales destinadas a frustrar su postulación, y detrás de las cuales apunta directamente al actual presidente. Si estas acusaciones fueran ciertas, estaríamos frente a una peligrosa instrumentalización de la Junta para manipular procesos electorales internos.

El cuestionamiento no es menor. Como recordó Fernando Zanabria Cusi, la ley establece que los fondos que provienen del esfuerzo de los agricultores deben usarse en infraestructura hidráulica. No obstante, bajo la gestión de Julio Melgarejo, se ha preferido gastar en cemento y paredes antes que en mantenimiento y descolmatación del río Chancay, enrocados o construcción de canales que garanticen agua para los cultivos. El resultado es claro: se pone en riesgo la producción agrícola, mientras el presidente gasta en un edificio que servirá más de monumento a su ego que de beneficio real para el campo.

Ante este escenario, es legítimo preguntarse: ¿Qué mérito tiene Julio Melgarejo para seguir al frente? Ninguno. Su reelección sería un insulto a los agricultores que pagan religiosamente sus cuotas esperando eficiencia y compromiso. La Junta de Usuarios no puede seguir siendo un instrumento de dirigentes que la manejan como si se tratara de su chacra privada.

Por eso, los agricultores tienen hoy una responsabilidad histórica: cerrar filas y decirle NO a la reelección de Julio Melgarejo. Votar en su contra no es solo un acto de rechazo, es un acto de dignidad, de defensa de los recursos que pertenecen a todos y de apuesta por un liderazgo que realmente priorice las necesidades del campo.

El futuro del sector hidráulico Chancay-Huaral está en manos de los usuarios. Y ese futuro empieza por expulsar en las urnas a Julio Melgarejo y terminar con su incapacidad para dirigir el destino de la Junta de Usuarios.

Fuente: RADIO TV Digital-RTD