El odio que no tiene límites

Por Dante Pacheco:

Entre los sentimientos que determinadas personas albergan en su corazón, o mejor dicho en su mente, está el odio, resultando que es tan intenso que escapan a la comprensión y hasta se convierten en algo patológico; y precisamente bajo esa premisa el odio de estas personas trasciende en el tiempo pretendiendo dañar al entorno de las personas a quienes odian o por último a su descendencia. Ese parece ser el problema del ex alcalde Alejandro Marín, quien nunca escondió el rencor que sentía contra el extinto Melchor Cárdenas y aunque el cuatro veces alcalde de Huaral no está vivo, el odio persiste y como ya no puede descargar lo que siente contra aquel que convirtió en su archienemigo, ahora respira su ira contenida contra su hijo, el alcalde Fernando Cárdenas.

No llegamos a comprender las razones de ese sentimiento que se nota a flor de piel, porque una cosa es que tengan algún tipo de cuestionamiento en contra de determinada autoridad y otra que tengas su nombre hasta en la SOPA y que aproveches cualquier oportunidad para retomar el sentimiento de rencor, o si no se da la oportunidad la promueve. El pueblo dejó de creer en Marín hace mucho tiempo, perdiendo esa credibilidad en el momento de que fue vacado por el JNE por actos de corrupción cuando usando como pretexto la solidaridad puso uno de sus carros cisterna al servicio de la comuna, pero termino facturando por el alquiler, es decir que cuando era alcalde no tuvo reparo en alquilar su vehículo por el servicio que prestó, acto por demás ilegal que lo llevó a que fuese vacado y no culminase su periodo como alcalde, siendo reemplazado por el profesor César Flores, encargado de concluir su periodo.

Bajo esa figura nos encontramos con un personaje que carece de moral para cuestionar aún después de su muerte a Melchor Cárdenas y ahora denuncia a su hijo a quien no tiene de qué acusar por lo que se llena la boca de que no cumple con las promesas de campaña. No se entiende cómo es que existen personas como Marín que son incapaces de ver las obras físicas que están a la vista de todos y que obviamente también desconozca las acciones en pro de la cultura, la educación, el arte y la salud.

Este señor se olvida que su odio lo llevó a promover y celebrar el encarcelamiento de Melchor utilizando impropiamente a las autoridades de turno, desconoce obras ajenas y se ufana de haber sido el mejor con múltiples obras que en la práctica no se ven y porque además fueron intrascendentes, teniendo el desparpajo de enumerar sus obritas como el recordado puente de una acequia cuyo cartel costó más que la obra propiamente dicha. Podría el señor Marín señalar qué obras emblemáticas hizo a  favor de Huaral… solo se preocupó por perseguir a quien convirtió en su enemigo, fue el primero en retirar las placas de sus obras, de llegar al ridículo de retirar su retrato del Salón Túpac Amaru, así como de otras ridiculeces y ahora pretende liderar un grupo opositor en contra del hijo, contando para ello con otros enemigos gratuitos, unos porque no reciben algún tipo de dádivas y otros porque al igual que el ex alcalde vacado mantienen vivito y coleando el espíritu antimelchorista y por ende posturas de revancha que en la práctica ya no dañan a sus presuntos enemigos, ahora solo perjudican la salud de quienes están llenos de odio y de rencor… hasta cuando señor Marín?