Pasó la Navidad, pero hay algo que no puede pasar desapercibido. Nos hicieron llegar una denuncia que involucraría directamente a Rosa Vásquez, gobernadora regional de Lima Provincias, quien, según esta versión en lugar de entregar canastas navideñas a sus propios trabajadores, habría solicitado colaboraciones económicas a ellos mismos para realizar entregas a terceros.
Lo que más llama la atención es que quien aparecería repartiendo las canastas navideñas no es la gobernadora, sino su esposo Ramón Aldave, actual aspirante al congreso de la república. Sí, así como lo leen.
La denuncia señala que los trabajadores del Gobierno Regional habrían sido presionados a colaborar, dejando entrever que negarse podría traer consecuencias laborales. Un escenario que, de confirmarse, sería sumamente grave y atentaría contra los derechos de los servidores públicos.
Frente a estos hechos, la pregunta es inevitable:
¿Se está utilizando el poder político para obligar a trabajadores a financiar actividades con fines proselitistas?
Hacemos un llamado urgente a las entidades competentes para que investiguen esta situación. La región lima merece saber si “Ramoncito y Rosita” estarían usando el poder que ostentan para forzar aportes en víveres o dinero, bajo una supuesta solidaridad navideña que huele más a campaña que a ayuda social.