Una nueva alerta ambiental sacude al distrito de Chancay. El señor Abel Rojas Villagaray, vicepresidente de la Asociación de Camaroneros “San Juan Bautista”, presentó una grave denuncia contra el propietario de una empresa chancadora de piedra que habría comenzado a operar en la zona baja del río Chancay, casi en su desembocadura, sin autorización municipal y con un impacto ecológico devastador.

De acuerdo con el dirigente, la empresa habría ingresado maquinaria pesada para desviar el cauce natural del río, acción ilegal que desencadenó una gran mortandad de peces y camarones, afectando directamente la cadena ecológica y poniendo en riesgo la economía de cientos de familias dedicadas a la pesca artesanal.

Rojas Villagaray detalló que la empresa está extrayendo grandes cantidades de piedra, debilitando la ribera y alterando el flujo natural del agua, solo para abastecer su proceso de chancado. Este tipo de intervención en un ecosistema frágil constituye un daño de carácter irreversible si no se actúa de inmediato.

AUTORIDADES FUERON A LA ZONA, PERO DESDE ENTONCES GUARDAN SILENCIO

El 12 de agosto, representantes de la Municipalidad Distrital de Chancay, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Gobierno Regional, la Autoridad Local del Agua (ALA) y miembros de la asociación de camaroneros llegaron al lugar y constataron la situación.

Aquel día, las autoridades se comprometieron a emitir un pronunciamiento oficial y tomar acciones. Sin embargo, han pasado más de tres meses y no existe informe, sanción ni intervención alguna. El silencio institucional, frente a una afectación tan evidente, empieza a ser interpretado como un acto de tolerancia o permisividad.

Otro aspecto de extrema gravedad es que, según Rojas Villagaray, el propietario de la chancadora no contaría con autorización municipal para operar, lo que convierte la actividad en presuntamente ilegal y obliga a las autoridades a intervenir de manera inmediata.

Estarían tomando posesión de la desembocadura del Río Chancay-Expresó.

Pese a ello, la empresa continúa extrayendo material con total normalidad, como si se tratara de una zona de explotación autorizada.

Llama la atención que ante esta denuncia pública, el Alcalde de Chancay, Juan Álvarez Andrade y sus regidores no se hayan pronunciado sobre este supuesto daño ecológico.

Agentes de la Policía Nacional y miembros del Cuerpo de Bomberos lograron recuperar el cadáver del chofer del bus interprovincial de la empresa Cruz del Norte, que cayó al río Chancay, tras el colapso del puente del mismo nombre, en la provincia limeña de Huaral.

El cuerpo de Alex Juan Aguirre fue retirado con la ayuda de escaleras y sogas de la carrocería del bus siniestrado. Posteriormente, fue trasladado a la Morgue de Chancay, para continuar con las diligencias de ley.

La otra víctima mortal de este accidente fue una mujer, aún no identificada. Según testigos, ella salió por sus propios medios del bus, pero perdió la vida en el lugar. Su cadáver también fue derivado a la morgue.

Al cierre de esta nota, los policías y bomberos se dirigían hasta donde se encuentra el otro vehículo que cayó al río tras el colapso del puente. Se trata de una camioneta particular que fue arrastrada unos 200 metros por la corriente. 

De acuerdo con vecinos consultados por RPP, el conductor de este vehículo logró salir por sus propios medios. 

Tragedia en Huaral

Al menos dos fallecidos y 41 heridos es el saldo que ha dejado la caída de un bus interprovincial al río Chancay tras el colapso del puente del mismo nombre, a la altura del kilómetro 75 de la carretera Panamericana Norte, en Huaral.

Un ómnibus, que transportaba a más de 50 pasajeros y había partido desde Chimbote a las 5:30 p.m. con destino a Lima, cayó al río minutos antes de la medianoche, tras el colapso de la estructura del puente Chancay, que quedó partido hasta en tres partes. Además del bus interprovincial, un automóvil cayó al río.

Carlos Hurtado Pérez, uno de los pasajeros que estaba en el primer nivel del bus, detalló que acabó con un corte en la cabeza y múltiples golpes en los brazos, el cuello y las piernas. También contó que perdió el conocimiento y, cuando lo recobró, vio a varios pasajeros “heridos de gravedad”.

“Como la gente baja en el paradero Chancay, he despertado y optado por ir despierto. De un momento a otro, ha sido en uno o dos segundos, he perdido el control y recuerdo estar al frente del bus sentado, porque no podía movilizarme”, declaró.

Con alegría y satisfacción usuarios de agua del sector Boza Alta, en la provincia de Huaral, observaron el día 22 de enero de 2023, la culminación de los trabajos de limpieza y descolmatación realizados por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), gracias a la coordinación de la Autoridad Nacional del Agua del Perú (ANA) en el marco de las tareas de prevención del fenómeno de El Niño.

Los trabajos de limpieza y descolmatación se realizaron en ambas márgenes del río Chancay Huaral en un tramo de 1.220 km, en el sector Boza Alta, de los distritos de Aucallama y Huaral, ubicado entre las coordenadas: 260748; 8722664 (inicio) y 260201; 8721573 (finales); considerado como punto crítico mediante el Decreto de Urgencia N° 015-2023.

Durante la entrega de obra, que contó con la participación de Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE y de Julio Melgarejo Oropeza, presidente de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Chancay Huaral, fue propicia la oportunidad para establecer un nuevo compromiso de intervención por parte del gremio minero energético , lo que permitirá ampliar los trabajos de limpieza, descolmatación y encauzamiento en un tramo de 500 metros en ambas márgenes del río en el mismo sector de Boza Alta.

Esta nueva intervención, se desarrollará en un plazo de seis días y tiene como veedor a la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Chancay Huaral. Para ello, la SNMPE está arrendando maquinaria a VJL Servicios Generales SRL, que ha dispuesto maquinaria en la zona y ha iniciado trabajos desde hoy 22 de enero.

Estos trabajos de descolmatación y limpieza, que implican un aporte de más de 730 000 soles, nos permiten contribuir a las acciones de prevención frente a eventos naturales como el fenómeno El Niño, como parte de una labor conjunta con la ANA, resaltó Angela Grossheim.

Como se recuerda, estas actividades buscan brindar seguridad y tranquilidad de manera directa a 66 familias y a más de 1500 usuarios de agua de dicho sector, quienes ven protegida la infraestructura hidráulica como las bocatomas Pasamayo y Boza Alta, además de 83 hectáreas de cultivo bajo riego.

POR DANTE PACHECO:

A un mes de culminarse el año, el cauce del río Chancay aún esta colmatado, lleno de basura y desmoste, por lo que una vez más nos preguntamos, qué es lo hace la Autoridad Nacional del Agua -ANA-, no solo no invierte, no coordina ni permite que otras entidades realicen el trabajo que a ellos les corresponde.

Mientras que el Gobierno Central insiste en decir que los recursos para prevenir desastres por el fenómeno el Niño, la realidad ofrece un distinto panorama puesto que en la misma situación está el Gobierno Regional, obligando que las Municipalidades hagan sus propios esfuerzos y gestiones para tratar de solucionar los problemas a la vista. La Contraloría insiste en señalar que el porcentaje de inversión para estos casos no llega ni siquiera al cuarenta por ciento.

El Gobierno Regional trata de justificar su indolencia a través del Consejero huaralino que habla de mejorar los almacenes que en realidad son para atender a quienes resulten damnificados. Las entidades de Gobierno tienen que tener bien en claro que lo primero es la prevención y en paralelo los planes de contingencia, sin embargo, han descuidado lo primero y lo esencial de modo que estamos a expensas de que lo que ocurra nos afecte grandemente solo por la negligencia de la ANA.

En el caso de Aucallama, el Alcalde ha tenido que apelar a sus propios recursos y a lo poco que recibió como transferencia para atacar los puntos críticos del río Pisquillo donde las condiciones ya son mejores, habiéndose descolmatado el respectivo cause y profundizando su nivel para asegurar que ante la crecida de las aguas no produzca daños. Huaral está haciendo lo propio y lo mismo realiza la Junta de Usuarios, pero aclarándose que es la ANA quien no cumple, por lo que a responsabilidad de lo que ocurre con la presencia de los huaycos y desbordes será exclusivamente de la Autoridad Nacional del Agua.