La Policía Nacional del Perú capturó al segundo implicado en el brutal crimen de Mary Andreina Farías Torres, joven madre venezolana que fue víctima de abuso y feminicidio en su propio domicilio, tras la visita de dos técnicos de internet en San Bartolo.
El caso conmocionó a la comunidad de San Bartolo y a todo el país cuando, el pasado 14 de mayo, Mary Andreina Farías Torres, una madre venezolana de cinco hijos, fue víctima de abuso sexual y, tras intentar denunciar a sus agresores, terminó perdiendo la vida tras ser atropellada mientras intentaba impedir la huida de los responsables.

Un crimen que estremeció a San Bartolo
La tragedia comenzó cuando dos técnicos de la empresa contratista PC Telecom, subcontratada por Claro Perú, acudieron a la vivienda de Andreina para instalar un servicio de internet. Según registros de cámaras y testimonios, los hombres arribaron en la mañana y permanecieron en la vivienda por más de 10 horas, hasta cerca de las 11 de la noche.
Durante ese lapso, Andreina fue víctima de abuso sexual. A pesar del trauma, logró enfrentarse a sus agresores y les advirtió que los denunciaría. La noche terminó en tragedia: en su intento de impedir que huyeran, fue atropellada y arrastrada por el vehículo en el que los sujetos escaparon, falleciendo en el acto.
La captura del segundo implicado
La investigación policial identificó a los presuntos responsables: Rubén Darío Cueva Velásquez y Jean Carlos Montero Huaylinos, ambos con antecedentes policiales. Tras casi dos semanas de búsqueda intensa, la Policía Nacional del Perú logró la captura de Rubén Darío Cueva Velásquez, el segundo técnico involucrado en el crimen, cerrando así el círculo de impunidad que rodeaba el caso.
Este arresto refuerza el compromiso de la PNP en la lucha contra la violencia de género y el feminicidio, delitos que continúan afectando gravemente a las mujeres migrantes y peruanas.
Indignación y llamado a la justicia
La noticia generó indignación y un fuerte llamado a la justicia por parte de colectivos de mujeres, asociaciones de migrantes y usuarios en redes sociales, quienes subrayaron la vulnerabilidad de las mujeres migrantes frente a redes de abuso, explotación y violencia sistemática.
El caso de Andreina Farías no solo representa una nueva cifra en las estadísticas de feminicidio, sino que también evidencia fallas en los protocolos de seguridad de empresas de servicios y en los mecanismos estatales para proteger a mujeres en situaciones de riesgo.

Reflexión sobre la violencia de género y migración
Este feminicidio expone otra dimensión crítica: la de las mujeres migrantes. Andreina, madre de cinco, migró en busca de mejores oportunidades, pero encontró en el país nuevos escenarios de peligro. Su asesinato se convierte, según organizaciones de derechos humanos, en un grito de alerta para garantizar entornos más seguros y sistemas de protección eficaz tanto para nacionales como para extranjeras.
Próximos pasos en la investigación y justicia
Con ambos técnicos bajo custodia, las investigaciones continuarán para esclarecer la secuencia exacta de los hechos y determinar la responsabilidad penal de cada implicado. Las autoridades aseguran que se aplicará todo el peso de la ley, mientras familiares y organizaciones piden una sentencia ejemplar que sirva de advertencia y promueva la prevención de la violencia de género.


