Juez dicta 18 meses de prisión preventiva contra senderista que adoctrinaba niños

El juez Victor Alcorce acogió el pedido de la Fiscalía y dictó hoy 18 meses de prisión preventiva contra el “mando político” de Sendero Luminoso, Juan Santos Romero, quien adoctrinaba a personas y menores de edad desde su organización Voluntad Transformadora.

Durante la audiencia que se le sigue a Santos Romero y a los otros siete investigados (José Orbegoso Romero, Erika Namoc Loyola, Lucio Orbegoso Romero, Angelita Cerna Calderón, Flor Orbegoso Romero, José Orbegoso Hurtado, Angelita Cerna Calderón), el juez Alcorce nombró los motivos por los cuales se había tomado la decisión de que el proceso lo sigan desde la cárcel.

“No hay arraigo domiciliario, no vienen colaborando con los hechos y hay peligro de obstaculización de la investigación”, fue lo que señaló Alcorce en la sesión.

Además, estimó los tiempos que seguiría la investigación. Del 18 de octubre pasado hasta dentro de seis meses se estaría realizando la investigación preparatoria. Desde el 18 de abril del 2024 hasta 18 de octubre próximo sería la etapa intermedia y el juicio oral concluiría el 18 de abril del 2025.

Informante senderista muere durante operativo militar realizado en el Vraem

Un informante especial -de los pocos con el que cuenta el Gobierno- fue asesinado junto a un miembro del Ejército Peruano cuando intentaban ingresar a un campamento senderista en el sector de Alto Mantaro, en el distrito de San Martín de Pangoa, provincia de Satipo (Junín).

El joven de 25 años pertenecía a los ‘Pioneritos’, niños que fueron secuestrados por los remanentes de Sendero Luminoso para su adoctrinamiento. Algunos fueron rescatados durante la gestión de Ollanta Humala y se volvieron piezas importantes para la investigación contra el narcotráfico, pero fueron cayendo uno a uno.

El viernes pasado, en Vizcatán del Ene (Junín), la operación “Próceres 2022″ estuvo integrada por una patrulla de la 2° Brigada de Infantería con miembros de la División Contra el Terrorismo (Dircote) y además contó con la participación de “Chimaico”, pseudónimo del expionerito que era guía de la incursión y terminó ultimado junto al suboficial de tercera Macario Pacco Quispe.

Fuentes militares y policiales informaron a Perú21 que “Chimaico” conocía la localización de mandos narcoterroristas en uno de los campamentos de Alto Mantaro. Por ello, las autoridades decidieron ingresar a la zona, pero fueron sorprendidos por los francotiradores de las diversas columnas subversivas.

Se supo que el enfrentamiento duró por más de cinco horas y según analiza el especialista en temas de seguridad y terrorismo, Pedro Yaranga, la emboscada hacia las patrullas pudo haber sido fatal.

“Había más militares que policías, pues se trataba o pretendía de oficializar el operativo con la presencia policial; yo calculo que pudo haber habido al menos 15 personas fallecidas”, indicó a este diario.

Señaló que los dos fallecidos en la operación podrían haber sido “hombres de punta”. Es decir, los que iban adelante de la excursión.

Exfiscales y otros aún en ejercicios -que prefirieron no ser identificados- han coincidido que hubo negligencia durante el operativo ya que no se debió poner en riesgo la vida e integridad del informante.

“Es uno de los pocos ‘agentes’ con el que cuenta el Gobierno que fue rescatado y que conoce todos los movimientos. Jamás se debió permitir y poner en riesgo la vida de esta persona porque la información que tienen es muy privilegiada “, declararon las fuentes.

El cuerpo de “Chimaico” fue trasladado a la morgue de Pichari, en Cusco, para su identificación.

El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas solo reconoció la baja del soldado y evitaron mencionar al joven que fue clave para la operación.

“Los ‘Pioneritos’ ayudan a la Policía porque desean recuperar a sus familias que están tomados por los senderistas. Se afianzaron al trabajo de la Dircote y querían luchar por la paz, por eso nos brindaban la información”, indicó el exdirector de la Dircote José Baella.

Por fuentes fiscales se conoció que nadie había reclamado el cuerpo del civil asesinado. Pedro Yaranga está convencido de que los militares fueron presionados por el gobierno de Castillo, que padece de falta de resultados.

“El mayor golpe que puede ocurrir hacia un operativo de esta naturaleza es perder al informante, porque no sólo guía sino que tiene conocimiento táctico del lugar y sabe cómo responde el enemigo; entonces perdiendo al informante se pierde todo y aborta toda la operación”, concluyó Yaranga.