En el Tíbet, la corteza terrestre presenta signos de una fractura inusual que podría alterar el panorama sísmico global. Un equipo de científicos ha hallado que la placa continental india, ubicada bajo suelo tibetano, muestra una fractura horizontal, un descubrimiento que desafía los modelos tradicionales de tectónica de placas. Según el estudio publicado en Nature Geoscience, esta fractura podría ser el inicio de una división masiva de la Tierra, lo que desencadenaría terremotos de gran magnitud.
Este fenómeno se ubica en una de las zonas más sísmicamente activas del planeta. La dinámica interna de la Tierra está siendo revisada a partir de este hallazgo, ya que sugiere la existencia de un nuevo tipo de límite de placa. Los investigadores advierten que esta fractura podría modificar el comportamiento de las placas tectónicas y generar actividad sísmica en regiones hasta ahora consideradas estables.
¿Por qué la Tierra se está partiendo en dos?
La fractura horizontal hallada difiere de las tradicionales fracturas verticales, lo que indica que el movimiento de placas no sigue los patrones habituales. En este caso, las corrientes de convección del manto y la gravedad desempeñan un papel clave, empujando la placa continental india hacia el interior del Tíbet. Este desplazamiento genera tensiones extremas, provocando la separación horizontal de la corteza terrestre.
Esquemas que muestran el proceso de colisión India-Eurasia. Foto: Nature
El Tíbet, con su intensa actividad sísmica, ha sido el epicentro de esta revelación. Los científicos apuntan a que este nuevo fenómeno podría ser el preludio de una reconfiguración tectónica a nivel mundial, aumentando el riesgo de terremotos en otras regiones.
Impacto del movimiento de las placas
El descubrimiento de esta fractura tiene implicaciones profundas para la geología y la seguridad global. Si se confirma que es un nuevo tipo de límite de placa, se redefinirá cómo entendemos el movimiento de las placas tectónicas. Esto podría influir en los estudios de subducción y en la predicción de futuros desastres naturales.
De acuerdo con la teoría de la tectónica de placas, las placas continentales se desplazan sobre el manto terrestre, una capa caliente y maleable de roca situada bajo la corteza terrestre. Este movimiento de las placas puede causar terremotos, volcanes y otros desastres naturales.
Hace miles de años, una erupción del volcán de Huaynaputina de Moquegua, considera tres veces más intensa que la suscitada con el volcán Vesubio en el año 79 d.c., sepultó a 20 personas y modificó la temperatura de la Tierra.
PROBLEMAS
El 19 de febrero de 1600 d.c. se convirtió en objeto de estudio hasta estos momentos. En aquella época se suscitó un evento natural que se caracterizó por las elevadas columnas de magma que superaron los 20 kilómetros.
Este hecho perjudicó a más de 20 localidades de los valles Omate y Tambo terminando con la vida de 1500 personas producto al material volcánico.
No obstante, este evento provocó una disminución de 1,13 °C de la temperatura en el mundo que se registra cada año, por lo que las personas del hemisferio norte del planeta experimentaron uno de los veranos más fríos de la humanidad.
Cabe precisar que, Huaynaputina en estos momentos se encuentra activo y localizado a 65 kilómetros de Moquegua.
Hace 39 millones de años, en el mar de Ica —ahora desierto—, habitó el animal más pesado de la historia de la Tierra. Ha sido bautizado como “Perucetus colossus” («el coloso cetáceo del Perú»), el cual —se estima— alcanzó unos 20 metros de longitud y cerca de 199 toneladas, más que una ballena azul moderna (130 a 150 toneladas). La Agencia Andina se lo cuenta todo en exclusiva.
Su nombre rinde homenaje al Perú, pues confirma que el registro fósil del territorio peruano es uno de los más ricos del mundo en animales marinos y que, gracias a estos fósiles, la labor de paleontólogos peruanos e internacionales cambia nuestra percepción de la evolución de los seres vivos.
“Este es nuestro regalo de Fiestas Patrias para el Perú, por eso decidimos llamarlo Perucetus colossus”, reveló en exclusiva a la Agencia Andina el investigador peruano Aldo Benites-Palomino, de la Universidad de Zúrich y el Museo de Historia Natural (MHN) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), al comentar que Argentina tiene su Argentinosaurus y Chile su Chilesausus.
¿Cuál es la importancia de este animal marino?
Desde Suiza, vía telefónica, Benites-Palomino sostuvo que, para los biólogos y paleontólogos, la existencia de esta especie “biológicamente era imposible”. “Es un animal demasiado grande y pesado, que se salta muchas reglas de la biología en general, en lo que a vertebrados se refiere”, sostuvo.
Se sabe que los dinosaurios han sido animales gigantescos, pero el Perucetus colossus es realmente pesado, “algo que no se conocía en la naturaleza, totalmente sorprendente”, remarcó.
“Hemos reconstruido el esqueleto del animal; sin contar músculos u órganos internos, pesa 7 toneladas, casi el triple del peso del esqueleto de una ballena azul —considerado hasta hoy el animal más grande del planeta—”, señaló.
Benites-Palomino dijo que se pensaba que los seres vivos alcanzaron el gigantismo en los océanos –cuando empezó la era de hielo– con la ballena azul, en los últimos 3 millones de años. Ahora, con el descubrimiento, todo cambia y se sabe que el gigantismo se alcanzó, por lo menos, 35 millones de años antes.
“La megafauna marina era grande desde casi su inicio; en el caso de los cetáceos, hace 35 a 38 millones de años ya eran animales gigantescos. Lamentablemente, no hay fósiles del mar profundo o de mar abierto”, apuntó.
Para el paleontólogo peruano Rodolfo Salas-Gismondi, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y el MHN, quien también participó en las excavaciones e investigaciones, este descubrimiento “cambia totalmente nuestra idea de cómo eran los recursos del océano y el potencial que tenían”.
Se reescribirá la historia
¿Pero cómo se llegó a este conocimiento que revolucionará el mundo científico? Era el 2013 cuando el paleontólogo peruano Mario Urbina caminaba por la zona de Samaca (desierto de Ica) en busca de restos de cetáceos primitivos y descubrió las primeras vértebras del Perucetus colossus en rocas de 39 millones de años.
Urbina llevó al lugar a varios científicos para que identifiquen el fósil, pero las peculiares características de su forma y la extrema densidad generaron muchas interpretaciones y algunos hasta pensaron que ni siquiera era hueso.
“Mario [Urbina] descubrió el fósil, pero nadie creía que era un fósil. Nos mostró pedazos de las vértebras, que son durísimas, parecen rocas con muchas láminas adentro. Era imposible pensar que un vertebrado tuviera este tipo de anatomía”, narró Benites-Palomino.
Para el paleontólogo Salas-Gismondi, “este descubrimiento rebasó las expectativas” al calificar de “totalmente extraño y aberrante” al cetáceo primitivo del desierto iqueño.
“Ninguno de nosotros [los científicos que fueron al lugar del hallazgo] estaba en condiciones de decir qué cosa era y hasta dudamos de que se tratara de un hueso”, confesó a la Agencia Andina.
Sin embargo, agregó, Urbina siempre tuvo la certidumbre de que se trataba del fósil de un cetáceo gigante jamás antes visto.
“Eso fue determinante. Pasaron un par de años antes de poder hacer el análisis histológico a una muestra que llevamos para estar seguros de que era hueso y se comprobó que lo era. A partir de allí se empezaron a hacer las excavaciones” durante una década y varias expediciones para la colecta del material, afirmó.
El instinto y olfato no le fallaron a Mario Urbina, pues el tiempo le dio la razón. Ahora se tiene la certeza de que “el coloso cetáceo del Perú” es el animal más pesado de todos los tiempos y la historia deberá reescribirse y nuestro país ocupará un lugar privilegiado en ella.
Salas-Gismondi precisó que el material descubierto consiste en 12 vértebras, cuatro costillas y parte de la pelvis, que fue “definitivo”, porque es muy parecida a la de otros cetáceos.
Se desconoce el paradero del resto del esqueleto, aunque se cree que está dentro del cerro de donde se colectó los primeros fósiles, por lo que las excavaciones continúan.
Un animal de huesos compactos y pesados
El Perucetus colossus fue un cetáceo primitivo del grupo de los Basilosauridae, que habitó las costas del Perú durante el Eoceno medio, hace unos 39 millones de años.
Los basilosaurios fueron el primer grupo de cetáceos totalmente adaptados al medio acuático. Se caracterizaban por tener un cuerpo serpentiforme alargado o al menos eso era lo evidenciado hasta ahora.
Los huesos del Perucetus colossus se encuentran sumamente modificados en relación a aquellos de otros animales debido a que adquirieron una enorme densidad y un volumen descomunal de 350 % mayor que el de otros basilosaurios.
Los huesos de un vertebrado tienen dos regiones principales: la externa, que es dura o cortical, en la que se deposita y da la forma al hueso como tal; y la interna, que es porosa o esponjosa, donde está la médula.
En los animales acuáticos sucede que algunos empiezan a engrosar el hueso cortical para darle un poco más de peso y se puedan hundir en el agua, pero el Perucetus colossus lo llevó al extremo y, además, no tiene hueso esponjoso.
“Es como si cada uno de los huesos de este animal fuese un yunque, un lastre, excepcionalmente pesado. Si se compara con un animal de similar tamaño como la ballena azul moderna, cada hueso pesa cuatro veces más. Es algo que jamás se había visto en la evolución de los seres vivos”, expresó el paleontólogo.
Benites-Palomino, en tanto, sostuvo que el crecimiento de huesos está asociado a adaptaciones muy tempranas a la vida en el agua, pero en el caso del Perucetus “no tenemos idea del porqué creció así y alcanzó un tamaño descomunal”.
“Ambientes costeros con fósiles de ballenas, delfines y tiburones se conocen en todo el mundo, pero esta es la primera vez que uno de estos animales aparece. Qué sucedía en las costas de nuestro país para que un animal crezca tanto”, se preguntó.
¿Cómo se hizo la colecta del espécimen?
Como cada vértebra del Perucetus colossus pesa alrededor de 150 kilogramos, Mario Urbina dirigió decenas de expediciones para recoger una o dos vértebras por vez.
Las primeras vértebras se podían ver en la superficie del desierto y las otras estaban enterradas dentro de un cerro, y se tuvo que retirar con martillos para romper el concreto, “lo cual dificultó muchísimo la colecta”.
Para entender la magnitud del hallazgo, es bueno precisar que la excavación del Perucetus duró más de una década debido a lo masivo del material.
¿De qué se alimentó el cetáceo primitivo?
Durante el Eoceno medio, cuando los mares eran cálidos, la riqueza no estaba en la columna de agua o zona pelágica (aguas abiertas y libres alejadas de la Costa) como ahora, sino en el fondo marino gracias a las altas temperaturas en latitudes bajas y medias, gran cantidad de nutrientes, estratificación del agua y menor circulación de las corrientes oceánicas.
El fondo estaba dominado por organismos fotosintetizadores (pastos marinos y algas), moluscos, peces y sirenios. Las costas del Perú se parecían al mar del Caribe.
Como no se ha descubierto el cráneo ni los dientes del Perucetus no se sabe de qué se alimentaba. No obstante, debido a la densidad de sus huesos se piensa que era un animal costero que vivía cerca del fondo en aguas poco profundas.
Probablemente se alimentaba de animales que viven asociados al fondo, como crustáceos, moluscos o peces. También existe la posibilidad que haya sido herbívoro, aunque en este caso sería el único cetáceo herbívoro conocido.
Se cree que el Perucetus colossus debió ser un animal regordete, de nado muy lento. Las preguntas son múltiples.
“Ahora, es uno de los animales más enigmáticos. Sabemos que es un cetáceo, pero no sabemos qué comía; sabemos que vivía cerca del fondo marino, pero no sabemos cómo era su forma de vida porque nunca se ha encontrado un animal que haya aumentado su masa ósea en ese nivel”, refirió Salas-Gismondi.
Un equipo multidisciplinario
En la investigación, que contó con financiamiento europeo, participó un equipo multidisciplinario. Por ejemplo, especialistas para trabajar en la anatomía interna del animal, describir el fósil, reconstrucciones de tamaño, modelo 3D, etcétera.
Así, se crearon modelos en tres dimensiones de cada uno de los huesos con un escáner láser, con el fin de poder evaluar el tamaño real del espécimen, peso y capacidad de nado.
Con esta información y una serie de regresiones computacionales (análisis estadísticos), el equipo estima un peso en vivo del Perucetus colossus con una mínima de 86 toneladas y un máximo de 340, en promedio unas 199 toneladas.
Participaron los especialistas Giovanni Bianucci, Marco Merella y Alberto Collareta (Departamento de Ciencias de la Tierra, Universidad de Pisa, Italia); Olivier Lambert (Instituto Real de Ciencias Naturales de Bélgica), Giulia Bosio y Elisa Malinverno (Universidad de Milán-Bicocca, Italia), Claudio Di Celma y Pietro Pierantoni (Universidad de Camerino, Italia).
Además, Rebecca Bennion (Universidad de Liege, Bélgica); Klaas Post (Museo de Historia Natural de Rotterdam, Países Bajos); Christian de Muizon (Museo de Historia Natural de París, Francia); Igor Villa (Universidad de Berna, Suiza) y Eli Amson (Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart, Stuttgart, Alemania).
También los paleontólogos peruanos Mario Urbina (MHN), Rodolfo Salas-Gismondi (Universidad Peruana Cayetano Heredia y MHN) y Aldo Benites-Palomino (Universidad de Zúrich y MHN).
La investigación ha sido publicada hoy en Nature, la revista científica más prestigiosa del mundo, por un equipo internacional de paleontólogos.
En tanto, los restos del cetáceo primitivo, que fueron preparados y conservados por el técnico Walter Aguirre, serán los protagonistas de la exposición paleontológica “Perecetus colossus: el animal más pesado de la historia de la Tierra”.
La inauguración está prevista para hoy, a las 11:00 horas, en el Museo de Historia Natural (Av. Arenales 1256, Jesús María), y contará con la presencia de la rectora de la UNMSM, Jerí Ramón; y de los especialistas Mario Urbina y Rodolfo Salas-Gismondi.
El cazador de tesoros
Por más de 25 años, el investigador Mario Urbina ha recorrido el desierto entre Ica y Arequipa, en busca de fósiles que documenten la historia del antiguo mar peruano.
Entre sus hallazgos más relevantes se incluye el único cetáceo con patas descubierto en Sudamérica (Peregocetus pacificus); la ballena con dientes (Mystacodon selenensis) y decenas de fósiles de cetáceos, cocodrilos, perezosos, focas, pingüinos. Todos se encuentran en la colección del Departamento de Paleontología de Vertebrados del MHN. Un asombroso mundo a su alcance.
DUBAI, Emiratos Árabes Unidos — ¿Quién dice que no puedes alcanzar la luna? Un proyecto inmobiliario de $5,000 millones quiere llevar a Dubai a nuevas alturas materializando y recreando uno de los mayores símbolos del espacio a la Tierra.
El empresario canadiense Michael Henderson prevé construir una réplica de la luna de 900 pies (274 metros) sobre un edificio de 100 pies (30 metros) en Dubai, que ya alberga el edificio más alto del mundo y otras maravillas arquitectónicas.
El proyecto de Henderson, llamado MOON, incluye un destino turístico dentro de la estructura esférica que tendrá un hotel de 4,000 habitaciones, un estadio con capacidad para 10,000 personas y una «colonia lunar» que daría a los huéspedes la sensación de caminar sobre la luna.
La Luna se sentaría en un edificio circular y brillaría por la noche.
El proyecto también incluye espacio para un posible casino. Los juegos de azar siguen siendo ilegales en los Emiratos Árabes Unidos, una federación de siete jeques gobernados hereditariamente en la Península Arábiga. Sin embargo, grandes marcas como Caesar’s Palace ya existen o esperan construir en Dubai. Wynn Resorts planea construir un resort de $ 3.9 millones en Ras al-Khaimah, al norte de Dubai, con juegos de azar para abrir en 2027, lo que significa que es probable que se produzca un cambio en la ley.
Es posible que el brillo no caiga bien entre los vecinos potenciales: los planes para construir otra Esfera MSG en Londres se detuvieron después de que los residentes protestaron por la contaminación lumínica que causaría la estructura.
El mercado inmobiliario de Dubai ya tiene un mercado inmobiliario al rojo vivo, impulsado por los ricos que huyeron de las restricciones impuestas en sus países de origen durante la pandemia de coronavirus y los rusos que buscan refugio en medio de la guerra contra Ucrania.
Y a pesar de que un ciclo anterior de auge y caída vio colapsar muchos grandes proyectos, Henderson y otros sugieren que su visión, financiada por Moon World Resorts Inc., donde es cofundador, podría no ser tan descabellada.
En el estudio anual del Departamento de Astronomía de la Universidad de Lovaina salen hallazgos que tienen a la comunidad científica asombrada.
De acuerdo con esa investigación, el movimiento de la Tierra en 2023 se verá afectado por el comportamiento de los cuerpos celestes recientemente develados por el Telescopio Espacial James Webb, especialmente la Nebulosa del Anillo Sur y la Nebulosa Carina. La comunidad científica ha reaccionado con sorpresa e incredulidad ante los hallazgos.
El descubrimiento se realizó a principios de agosto y los resultados apenas se conocen. Las primeras conclusiones apuntan a que el día de más será en marzo, que por primera vez en la historia tendrá 32 días.
“Hemos evidenciado un complejo juego de atracciones gravitatorias que ejercerán nuevas fuerzas sobre el eje de la Tierra en 2023 dando como resultado un día más en el año, a pesar de que no es bisiesto. Estamos realmente desconcertados”, aeguró la profesora Frances Eliane Palmer.
El juego de atracciones gravitatorias altera la rotación terrestre y la inclinación de su eje. Por ahora, los efectos esperados solo aplican al calendario de 2023, pero algunos astrólogos y tarotistas han tomado la información para especular sobre posibles efectos en la personalidad de los habitantes del planeta.
La comunidad científica continúa analizando los resultados a la espera de más descubrimientos, lo único certero, según la Universidad es que 2023 tendrá 366 días.