Flor de un solo día, por Dante Pacheco

Es lamentable decir que la criminalidad en nuestro país va en aumento cada día y que aún en ello Huaral no es una isla, mejor dicho, que en esta parte de la región la delincuencia también avanza en forma desmedida y que las autoridades policiales no responden como quiere o desea la población; porque además de todo lo que tenemos encima el sicarito continúa cobrando vidas.

Todos sabemos que la policía nacional atraviesa por una serie de problemas, entre ellos falta de efectivos policiales, falta de logística, falta de capacidad, un servicio de inteligencia pobre y en casos falta de voluntad y compromiso de ciertos oficiales a cargo de determinadas Direcciones o Divisiones o peor aún de Comisarias donde la ausencia de la autoridad competente es notoria. Es el caso de Huaral donde en algún momento se tuvo como Comisario al Comandante Robinson Panduro quien jamás estuvo a la altura de la circunstancia y prefería atender a seudos propietarios de terrenos con todo el personal y la logística a su cargo y cerrar los ojos a los actos delictivos cuando la ciudadanía reclamaba auxilio; lamentablemente quien lo ha reemplazado es igual o peor que él pues no se le escucha mientras que en sus narices, o mejor dicho, en frente a la mismísima Comisaria se pasean los delincuentes. Lo peor de todo ocurrió con el no tan nuevo Jefe de la División Policial Provincial, el  Coronel Farías, quien apenas llegó convocó a una conferencia de prensa para hablar de sus planes, luego le siguieron otras cuando se produjeron hechos bastante notorios, recordando que manifestó que se enfrentaría a la delincuencia para bajar el índice de la criminalidad, también aseguro que erradicaría a las meretrices del centro de la ciudad, pero no ocurrió ni lo uno ni lo otro y luego entró en una cura de silencio, ahora cuando se requiere a la policía, o nunca llegan a la emergencia o llegan con horas de retraso, es decir que la supuesta dinámica de Farías fue solo “flor de un solo día”, entretanto los ciudadanos vivimos con el corazón en la mano, esperando que en cualquier momento seamos víctimas de la delincuencia. Huaral requiere de oficiales comprometidos con su propia institución, que respeten su uniforme y que estén dispuestos a trabajar por la seguridad de los vecinos en general, esa es su razón de ser… en las actuales circunstancias no hay lugar para el relajo, si algunos oficiales quieren vivir en la comodidad de un remansó tienen que buscar otra profesión, mejor dejen el camino para policías operativos, con amor a su institución y comprometidos con la seguridad de la población… Huaral no se merece tanto descuido.

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