“Que la guerra sucia ceda el paso a una sana confrontación de ideas y propuestas, es lo que la población espera de sus candidatos”

POR JOSÉ RAMOS CASAZOLA

Durante la última semana hemos asistido a un festival de denuncias, a una catarata de acusaciones, en contra de los principales candidatos de la provincia de Huaral. Es una lástima que se vuelva a incurrir en esa vieja y nefasta práctica de demolición política, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Que, los candidatos tengan que transparentar su hoja de vida, es bueno para que el electorado pueda elegir, con conocimiento de causa, a su futuro gobernante, pero cuando ya no se trata de informar objetivamente sobre los defectos y virtudes del candidato, sino que hay exprofesamente una campaña asquerosa, que denigra la condición humana, para bajarle la llanta, eso me parece abominable e inadmisible.

Cuando fui candidato a consejero unos periodistas, de cuyo nombre no quiero acordarme, denunciaron públicamente que yo había sido sentenciado por no pasar alimentos a mi hija, a sabiendas que era absolutamente falso; por eso es que considero que, si bien es cierto los políticos y los funcionarios públicos estamos expuestos al escrutinio público, eso tampoco significa que te puedan mancillar tu honor y menoscabar tu reputación, porque todo tiene un límite, inclusive en la política.

El pueblo espera de sus candidatos a alcaldes, regidores, y de los equipos de campaña, propuestas, planes, proyectos y que tengan mínimamente una: visión y misión de la municipalidad provincial que pretenden gobernar, no esperan otra cosa y por eso es que existe un hartazgo en la población y por eso la indiferencia y el malestar colectivo con los políticos de turno.

Tampoco soy tan iluso, como para pensar que unas elecciones se conviertan en   una convención de monjas, pero tampoco tienen porque convertirse en la antesala del infierno.

Esta reflexión la hago como ciudadano Huaralino, que espera ver un Huaral más lindo, más limpio, más ordenado, más seguro, donde de gusto vivir, porque, que otra cosa es la finalidad teleológica de la política sino lograr que sus ciudadanos sean felices y que mejoren sus condiciones de vida

Señores candidatos menos guerra sucia y más propuestas, es lo que la población espera de ustedes, después no se arrepientan, si aparece una figura nueva en escena y les quema la película a todos.

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