Las latas del programa PLAN TBC y el juego del gran bonetón

Por José Ramos:

El gerente de Fiscalización de la Municipalidad de Huaral, ha incurrido en la inveterada costumbre peruana, de responsabilizar a otros de nuestras propias acciones.

Es cierto lo que dice respecto, a que el Hospital San Juan Bautista, se encarga del reparto de las canastas de víveres a los enfermos de tuberculosis del programa social Plan TBC.

Pero, no es menos cierto, que la Municipalidad de HUARAL hasta la fecha, no ha efectuado la denuncia penal contra el funcionario que omitió comunicar a la fiscalía el hallazgo de las latas que fueron decomisadas en el Restaurante fiscalizado.

No puede ser que, hasta la fecha, no se haya iniciado una investigación preliminar contra el ex gerente de fiscalización, que permitió, ya sea dolosa o culposamente, poner en conocimiento de la Procuraduría o de la fiscalía, que se habían decomisado productos del Programa Plan TBC.

No basta con señalar que el Hospital se encarga del reparto y que, por lo tanto, son los responsables, no señor, aquí hay una responsabilidad compartida, ya que ninguna de las dos instituciones, a pesar que tienen una gran cantidad de abogados, hasta la fecha, no han puesto en conocimiento del Ministerio Público un hecho gravísimo, como el de encontrar productos del Plan TBC en un Restaurante.

Si yo fuera Procurador de la MPH, ya hubiese presentado la denuncia, al menos contra la dueña del Restaurante y contra el funcionario responsable de la Gerencia de Fiscalización que ordenó la incineración de las latas decomisadas y que no puso en conocimiento del Concejo, del alcalde y del Procurador.

Bastaba con denunciar a estas dos personas y los que resulten responsables, por el delito de peculado y omisión de acto funcional, para que la fiscalía, inicie su trabajo como titular de la acción penal pública.

De tal manera que, no basta señor Gerente de Fiscalización, que usted diga que no fue durante su gestión y que el Hospital es quien reparte el producto, y que ya pasó a Recursos Humanos, no señor, eso no es suficiente, usted tiene que pasar todo lo actuado al Procurador y este formular la denuncia penal correspondiente.

El tiempo pasa y seguimos, como en nuestra infancia, con el juego del gran bonetón: «Quien lo tiene, yo señor, si señor, no señor, entonces quien lo tiene, yo señor., si señor no señor…

Entonces quien denuncia yo señor, si señor, no señor que denuncie el hospital.

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