El jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Federico Llaque Moya, señaló que el desafío de su gestión es reanudar las obras paralizadas, vinculadas con la construcción de nuevas cárceles, continuarlas este año y culminarlas, para evitar futuros “desbordes” en los penales por el hacinamiento de internos.
“Tenemos un ambicioso proyecto de construcción de penales, parte ya aprobado por la presidenta Dina Boluarte, quien el 28 julio anunció recursos para dos penales este año hasta por 300 millones de soles y dijo que al final de su mandato, en el 2026, se asignarán 1,630 millones de soles, porque debemos tener una respuesta al hacinamiento, que llega al 130%”, precisó.
Luego agregó: “No implica que hoy aprobemos la construcción de un penal, empecemos el cimiento en enero y pronto tengamos esa cárcel. Hay que hacer un proyecto de inversión, que ya los tenemos”.
Llaque detalló que los proyectos de inversión son el mejoramiento y ampliación del servicio de readaptación social del establecimiento penitenciario de Abancay, distrito de Abancay, provincia de Abancay, departamento de Apurímac.
Figuran también la ampliación de la capacidad de albergue y construcción de áreas complementarias en el complejo penitenciario de Arequipa. Saldo de obra; y la creación del servicio de readaptación social en el establecimiento penitenciario Venado Pampa en Huánuco.
Se suman la creación del servicio de readaptación social en el establecimiento penitenciario de Ancón III, la creación del servicio de readaptación social en el establecimiento penitenciario de Shumba en Cajamarca y el mejoramiento y ampliación del servicio de readaptación social en el establecimiento penitenciario de Trujillo varones.