Por Dante Pacheco:
Las nuevas generaciones deben de saber que cuando se habla de los puentes rojos de Palpa y de la Huaca estamos hablando de historia. Debemos recordar que el ferrocarril Ancón-Huaral se construyó en 1870 y el de Palpa cinco años después, es decir que por nuestras tierras recorrían trenes de carga, los mismos que trasladaban principalmente algodón entre otros productos agrícolas.
Los puentes rojos fueron parte del sistema ferroviario; en el caso del ferrocarril de Huaral, el cruce por el río Chancay se daba a la altura de La Huaca, estructura que a diferencia de las demás líneas ferroviarias no desapareció y sirvió luego para el paso de vehículos carrozales. En el caso de Palpa, fueron los propios dueños de esa hacienda que tenían una desmotadora de algodón el ferrocarril que desde Palpa pasaba por Huaral y se dirigía a Chancay; ese puente rojo de Palpa es el que subsiste al tiempo por más de ciento cincuenta años cada uno.
Las autoridades que pasaron jamás se preocuparon por construir puentes para vehículos motorizados en ninguno de los dos puntos aludidos, solo se limitaron a utilizar la infraestructura del puente ferroviario. Con la construcción de nuevos puentes se terminará con la historia de los ferrocarriles que alguna vez tuvimos en esta zona y de ello solo tendremos el recuerdo, en la memoria y seguramente en algunas fotografías. El tiempo pasa y los recuerdos también.