La noche del último lunes el abogado Wilfredo Pedraza entró calmado a la casa de Surco de su cliente y amigo, el expresidente Ollanta Humala.
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Al día siguiente, martes a las 10 a.m., una jueza leería el adelanto de sentencia de un juicio donde se acusó a Humala y a su esposa, Nadine Heredia, por el delito de lavado de activos. Es decir, legalizar dinero corrupto.
Esa plata, para la justicia, provino de Venezuela y Brasil para financiar las campañas presidenciales de 2006 y la de 2010.
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La cita en Surco, entre el abogado y el expresidente, era para analizar los posibles resultados del juicio. El abogado asegura que solo apareció Ollanta. Nadine no fue parte de esa reunión.
El expresidente estaba de buen ánimo porque, asegura el abogado, nunca pensó que sería condenado. Por esa razón dice que jamás le mencionó lo que al día siguiente ocurrió: su esposa, Nadine, pidió asilo político al Gobierno de Brasil.
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“Fue una decisión familiar donde los abogados no tuvimos nada que ver”, asegura Pedraza, quien narra que el martes por la mañana, en plena lectura de sentencia, la decisión de los Humala Heredia empezó a ejecutarse.
DECISIONES, CADA DÍA
“A los pocos minutos de empezar la lectura de sentencia, era obvio que la decisión sería desfavorable. El presidente me escribió por WhatsApp mostrando su queja”, contó Pedraza.
Ese momento que narra el abogado ocurrió alrededor de las 10:30 a.m. Coincide con la imagen que todos vimos de Ollanta. Empezó a escribir con intensidad desde su celular.
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Casi a esa misma hora, Nadine, quien no estaba en el juzgado, argumentando que fue operada hace pocas semanas, recibió una llamada desde Brasil. Era el abogado Leonardo Massud, quien le dijo que debía ir a la embajada de su país y pedir asilo político.
Leonardo Massud es parte del equipo de un popular abogado brasileño llamado Marco Aurélio de Carvalho, quien es amigo íntimo del presidente Lula Da Silva y de su familia.
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Carvalho fundó hace unos años un grupo llamado Prerrogativas; un conjunto de abogados que cuestionaron a los fiscales brasileños que investigaron el caso Lava Jato, la historia de corrupción donde la empresa Odebrecht pagó sobornos a presidentes, entre ellos, Ollanta Humala y el actual presidente de Brasil, Lula Da Silva, quien en 2019 fue a prisión por ese caso.
El abogado amigo de Lula nos confirmó que conoció personalmente a los Humala Heredia en el año 2023 cuando vino a Perú para un seminario. Quien coordinó la reunión fue el abogado Wilfredo Pedraza.
Carvalho dice que, desde esa fecha, él y su equipo son una especie de “asesores externos” que trabajan gratis. Es por esa razón que uno de ellos llamó a Nadine esa mañana del martes para decirle que pidiera asilo político.
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Heredia ingresó a la embajada a las 11:10 a.m. del martes. Lo hizo junto a Samín, el último de sus tres hijos, quien hace pocos meses cumplió 14 años. A las 11:33 a.m., la jueza condenó a los Humala Heredia a 15 años de prisión.
NOVA VIDA
Luego, todo sucedió muy rápido. El martes por la madrugada el Gobierno de Lula envió un avión militar para recogerla. Llegó a Brasilia, la capital de Brasil, alrededor del mediodía. Fue recibida por un abogado de confianza del grupo Prerrogativa.
En Brasilia presentó formalmente el pedido de asilo político. Estuvo en esa ciudad hasta las siete de la noche, cuando abordó otro avión para ir a Sao Paulo, donde llegó a las 8:30 p.m.
Fue ella quien escogió la ciudad. “Por la facilidad de escuelas, por una vida más tranquila y es una ciudad muy grande con muchas oportunidades”, contó el abogado Carvalho, quien la recibió en esa ciudad.
El estado de Sao Paulo tiene cerca de 44 millones de habitantes. Es siete veces más grande que la región Lima.
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A pesar de ser de noche, lograron ver los cientos de rascacielos que abundan, edificios enormes donde funcionan las oficinas de las principales empresas nacionales y extranjeras. En algún momento, el habitual e intenso tráfico de Sao Paulo les hizo recordar Lima y, con ello, también a Ollanta.
ALGUIEN PIERDE, ALGUIEN GANA
Para ese momento, miércoles por la noche, Humala ya estaba instalado en el penal de Barbadillo en Ate Vitarte. Ocupó la misma celda que dejó Alberto Fujimori. Al lado de los expresidentes Pedro Castillo y Alejandro Toledo.
Sus días de visita para amigos y familiares serán los lunes, martes y miércoles. Los abogados pueden ir cualquier día. Tiene un teléfono público que funciona con monedas y que es controlado por la Policía. No puede hacer llamadas internacionales.
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La única solución posible es que Nadine tenga un celular con número peruano. Lo mismo tendrán que hacer sus dos hijas mayores, quienes salieron del Perú hace pocos años hacia Estados Unidos, donde estudian Ciencias Políticas.
Si vuelven, podrán verlo en prisión. Con su mamá será distinto. Con ella y su hermano podrán verse sin restricciones en Brasil. “Desde este momento Nadine puede caminar libremente por Sao Paulo”, nos dijo el abogado Carvalho el último jueves por la tarde luego de acabar los trámites burocráticos, pero no todo salió como esperaba.
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El asilo político generó muchas críticas contra el Gobierno de Lula. A eso se sumó la baja popularidad del mandatario de 80 años, 24% de aprobación, la peor cifra de sus tres gobiernos.
Eso hizo que las cosas cambiaran, y una vez más Nadine salió beneficiada. Desde el viernes, ella y su hijo dejaron de ser considerados asilados políticos y fueron reasignados como asilados humanitarios, argumentando, principalmente, la salud de Nadine.
Ese cambió le da a ella y a su menor hijo la categoría de refugiados, una categoría que los favorece. Por ejemplo, Nadine podrá trabajar en Brasil e incluso asistir a actividades políticas.
Esa nueva condición de refugiada impedirá que se siga adelante con cualquier solicitud de extradición basada en los hechos que motivaron la concesión del refugio. Si por alguna razón la quisieran expulsar de Brasil, no será al Perú, según las leyes brasileñas. Los privilegios son evidentes.
LA CIUDAD DEL PADRINO
Mientras tanto, Nadine y su hijo vivirán de momento en una casa de la Cancillería brasileña.
En Sao Paulo, hay alrededor de 25 de estos tipos de hogares. Todos ubicados en distritos seguros y exclusivos de una moderna ciudad que tiene muchos centros comerciales, estadios de fútbol, parques gigantes y playas hermosas.
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Nuestras fuentes nos dijeron que la casa que acoge a Nadine está ubicada en uno de los tres distritos más costosos de la ciudad: Itaim Bibi, Jardim Paulista y Vila Nova Conceicao.
Los tres distritos están a 20 minutos del centro de la ciudad, donde se encuentra, por ejemplo, el hermoso parque Ibirapuera. Un enorme centro de recreación y descanso, con decenas de hectáreas de campos verdes, lagos, botes y espacios deportivos. Un lugar ideal para una tarde de domingo.
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Como Nadine puede participar de actividades políticas, podrá ir, por ejemplo, a un lugar histórico: el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, una base histórica del actual partido de gobierno donde Lula esperó a la Policía cuando lo detuvieron y lo mandaron a prisión por el caso Odebrecht.
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O podrá ir a la hermosa playa de Guarujá, a solo una hora del Centro, donde su amigo y nuevo protector tenía un lujoso departamento que la corrupta Odebrecht le habría entregado.
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Paisajes hermosos para ver tendrá de sobra y deberá aprovecharlos porque a Lula le queda un año y medio de gobierno. Si la oposición brasileña toma el poder, muy probablemente Nadine tendrá que hacer maletas una vez más.