En Huaral, un grupo de ocho sujetos armados con fusil de guerra intentó asaltar la «escuelita» “las visitadoras”, ubicado en el kilómetro 6.5. El resultado: dos detenidos —ambos extranjeros—, un herido de bala y una escena llena de casquillos que evidencia el nivel de violencia que se ha instalado en la región.
La Policía actuó de inmediato y lograron capturar a dos de los implicados y decomisar un fusil de guerra y una pistola, pero la realidad es clara: la región Lima se ha convertido en territorio de operaciones para grupos criminales que ya no temen emplear armas de alto poder.
¿Cómo consiguen loas criminales extranjeros armamento de guerra en nuestro territorio?
Mientras la Policía Nacional del Perú continúa con las diligencias de ley, la ciudadanía sigue viviendo bajo la sombra del miedo y la inseguridad.
Este incidente no es un hecho aislado. Es una señal más de que el Estado ha perdido el control sobre la seguridad en las calles. Los discursos oficiales hablan de “acciones contundentes”, pero la realidad demuestra que el crimen avanza y se arma cada vez mejor, mientras los ciudadanos quedan atrapados entre el fuego cruzado.
ENFOQUE REAL 