En octubre del año pasado, fue inaugurado con gran expectativa el Centro de Empleo de Chancay, en presencia de la gobernadora regional Rosa Vásquez Cuadrado y del entonces ministro de Trabajo, Daniel Maurate. Aquel día, Kristoffer Sánchez Villalobos, joven funcionario regional ampliamente investigado, posaba sonriente para la foto oficial.
No obstante, tras apenas ocho meses de funcionamiento, el centro cerró sus puertas en junio pasado. Una promesa más que se desvanece en medio de la falta de gestión real y el abandono de las políticas públicas de empleo juvenil en la provincia.
Lejos de ayudar a los jóvenes en busca de su primer trabajo, la región Lima Provincias parece desinteresada en ofrecer alternativas laborales sostenibles. A esto se suma la deuda económica que aún mantiene con el propietario del local, quien ha decidido no renovar el alquiler ante los constantes retrasos en los pagos. «Hay que estar rogándoles la mensualidad», habría dicho el dueño del predio.
Kristoffer Sánchez, señalado por se el hijo de una asesora de confianza de la gobernadora, no ha logrado gestionar ni mantener en pie el proyecto, mientras que los jóvenes que acuden en busca de apoyo se retiran decepcionados ante una oficina cerrada.
Una vez más, la gestión de Rosa Vásquez queda en entredicho, rodeada de funcionarios que destacan más por su cercanía política que por resultados concretos.