La corrupción en el Perú ya no se oculta: ahora se organiza, se protege y se candidatea. La gobernadora regional Rosa Vásquez Cuadrado -procesada por peculado durante su gestión como alcaldesa de Huarochirí- está ejecutando un plan siniestro para burlar a la justicia y salvarse de la cárcel: postular al Congreso para blindarse con inmunidad parlamentaria.
Pero eso no es todo. Para que su coartada funcione, la cuestionada autoridad ha comenzado a remover piezas incómodas del tablero del poder, exigiendo la renuncia inmediata del prefecto regional Douglas Arámbulu Carreño y del subprefecto de Huaura, Víctor Zegarra Fernández, con el único objetivo de colocar a sus operadoras políticas, como Karina Leandro, quien actuaría como su marioneta para manejar políticamente las provincias desde el Ministerio del Interior.
Esta movida desesperada tiene una sola explicación: Rosa Vásquez sabe que, si la justicia avanza, su destino es la cárcel. Por eso necesita comprar tiempo, presionar a los jueces, pactar en las sombras y meterse al Congreso como sea. La sospecha es grave: estaría pagando para paralizar su proceso penal, en una clara muestra de que la corrupción no solo se roba el dinero del pueblo, también se quiere robar la justicia.
¿Cómo es posible que, en un país medianamente serio, una funcionaria con un proceso por peculado -un delito que significa, literal y jurídicamente, robar al Estado- tenga la osadía de pretender una curul? ¿Y cómo puede el Ejecutivo de Dina Boluarte prestarse al juego, dándole oídos a una presunta delincuente política?
Rosa Vásquez quiere más que impunidad: quiere poder, quiere silencio, quiere blindaje y quiere reírse del pueblo en su cara. Su objetivo no es representar a Lima Provincias, es escaparse de una sentencia y garantizarse cinco años de intocabilidad desde el hemiciclo.
Esta revelación debe encender todas las alarmas ciudadanas. ¿Vamos a permitir que una procesada por corrupción se meta al Congreso a vivir con privilegios mientras sus delitos prescriben?
Organizaciones civiles, medios de comunicación independientes y líderes de opinión llaman a la resistencia activa contra esta maniobra inmoral, y exigen a la Fiscalía, al Poder Judicial y a la Contraloría que actúen con urgencia y sin miedo.
Porque si Rosa Vásquez entra al Congreso, será la justicia la que salga por la puerta de atrás.
Fuente: Central de Noticias