¿Se consumó la coartada?: Rosa Vásquez habría sacado al prefecto regional para blindar su plan de impunidad

La impunidad no descansa. Y hoy, un nuevo episodio confirma que la corrupción no solo delinque, también mueve hilos en los más altos niveles del poder: el Dr. Douglas Arámbulo Carreño ha sido removido del cargo de Prefecto Regional de Lima Provincias, en lo que ya se denuncia como una maniobra política ejecutada por la gobernadora Rosa Vásquez Cuadrado, en alianza con el gobierno de Dina Boluarte y la maquinaria de Alianza Para el Progreso.

La salida de Arámbulo no es casual, ni técnica, ni administrativa: es el cumplimiento de un pedido reiterado por Rosa Vásquez desde que este funcionario, respetuoso de la ley y sin militancia servil, se convirtió en un obstáculo para sus ambiciones de control total. La gobernadora no le perdonó nunca su autonomía, su firmeza frente a las presiones y, sobre todo, su negativa a convertirse en títere político de un régimen regional salpicado por el escándalo y los procesos judiciales.

Con una carta digna y serena, Arámbulo se despide con la frente en alto y el corazón agradecido, dejando entrever la lucha silenciosa que sostuvo en un cargo cada vez más asediado. En sus palabras resuena la integridad de quien sirvió con transparencia y lealtad a su pueblo, sin doblegarse ante la coacción del poder.

Pero mientras él se retira con honor, la gobernadora procesada por peculado avanza en su siniestro plan de impunidad: consolidar su maquinaria política, colocar operadores leales en los cargos clave del Ministerio del Interior y preparar su salto al Congreso para blindarse con inmunidad parlamentaria. Porque Rosa Vásquez no busca servir, busca salvarse de la cárcel.

Hoy queda claro: APP no solo es aliada de Boluarte, también es cómplice de la corrupción que se reorganiza para sobrevivir. Y con la salida de Arámbulo, Rosa Vásquez se salió con la suya. Ya lo había intentado, ya lo había exigido, y ahora lo ha logrado.

¿Hasta cuándo permitiremos que los corruptos manejen el Estado como si fuera su feudo personal? ¿Hasta cuándo callará el Ejecutivo ante los pactos oscuros disfrazados de cambios institucionales? La salida del Dr. Douglas Arámbulo es una clara advertencia: la justicia en el Perú no solo está en riesgo por la corrupción, sino por la política que la protege.

Fuente: Central de Noticias

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