Raúl Noblecilla, abogado de Betssy Chávez, explicó que la huelga de hambre de 15 días y un día de huelga seca de su defendida fue suspendida por 48 horas, hasta el mediodía del viernes 21 de agosto, para que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) cumpla con dos exigencias.
«Betssy Chávez ha accedido a esta tregua de 48 horas, la cual terminará este viernes a mediodía, con la condición de que ella y dos testigos, que también han sido amenazadas e intimidadas, sean trasladadas al Penal Virgen de Fátima para garantizar su seguridad y salud. Además, exige la remoción de la jefa de seguridad, Elvia Córdoba, de la jefa del Órgano Técnico de Tratamiento (OTT), Vilma Páucar, y de la directora del penal, Nelly Aquino», declaró el letrado para este medio.
Asimismo, recalcó que el levantamiento de huelga ha sido a pedido de un grupo de 8 congresistas que acudieron al penal y se hicieron responsables del cumplimiento de estas medidas, tras conversar con las autoridades del Inpe. «Esperamos que hasta el día viernes se pueda cumplir. Caso contrario, Betssy Chávez empezará indefectiblemente esta huelga», sentenció Noblecilla.
Los congresistas que se acercaron al centro penitenciario fueron: Guillermo Bermejo, Esmeralda Limachi, Hamlet Echeverría, Jaime Quito, Víctor Cutipa, Heidy Juárez, Elías Varas y Carlos Zeballos.
Betssy Chávez denuncia ser víctima de acoso, maltrato y tortura
En una carta testamentaria escrita a mano, Chávez explicó que la decisión de no permitir atención médica de ningún tipo se debe a que no tiene sentido de que la «hidraten y continúen los abusos del INPE«.
«Me es humanamente imposible continuar resistiendo físicamente a todos los maltratos y abusos del INPE adscrito al Ministerio de Justicia y que responde directamente a la señora Dina Boluarte y que tienen como consigna mi deterioro continuo, imposibilitando que pueda asistir a las diligencias judiciales como lo venía haciendo debido al constante acoso, maltrato y tortura que no solo no han cesado sino que empeoran día a día», se lee.
Indica que los abusos que recibe le impiden, incluso, acceder a los servicios higiénicos ni reunirse con su defensa legal. Asimismo, denuncia ser víctima de reglaje y amenazas de muerte.