¿Proveedor, trabajador y arrendatario?: El escándalo de «Fachin», el ahijado de don Ramón que se beneficia a manos llenas en la región

Como diría el Chavo del Ocho: “¡Así cualquiera!”. Lo que se destapa en el Gobierno Regional de Lima no es solo un caso aislado, sino la confirmación de que la c0rrupción se ha convertido en el ADN de esta gestión, porque donde se pone el dedo, salta la pus.

El protagonista de este nuevo escándalo es Omar Esteban Faching Trujillo, conocido en los pasillos del poder como el “ahijado” de Ramón Aldave, esposo de la cuestionada gobernadora Rosa Vásquez Cuadrado, “La Cholita”, hoy símbolo de la corrupción institucionalizada.

Detrás de la fachada de empresario emprendedor, Faching se ha convertido en un verdadero “pulpo”, colocando sus tentáculos en todos los negocios posibles con el gobierno regional, beneficiándose con contratos que lo ponen en ventaja descarada frente a cualquier competidor.

Pero lo más escandaloso es su habilidad para estar a ambos lados del mostrador: mientras alquilaría maquinaria a la DRAL mediante su empresa Inversiones Faching S.A.C., al mismo tiempo figura como trabajador en la Gerencia Regional de Infraestructura, cobrando distintos sueldos y acumulando jugosas órdenes de servicio:

– Orden de Servicio N° 171-2023 → Auxiliar Administrativo de Obra, sueldo S/. 2,000.00.

– Orden de Servicio N° 2671-2023 → Guía/Ayudante de Campo, sueldo S/. 6,883.30.

– Orden de Servicio N° 4495-2023 → Operador de Maquinaria Pesada, ingreso S/. 21,000.00.

– Orden de Servicio N° 550-2024 → Coordinador de Maquinaria Pesada, sueldo S/. 4,900.00.

– Orden de Servicio N° 1204-2025 → Coordinador de Maquinaria Pesada, sueldo S/. 21,000.00.

Un festival de órdenes y cargos que muestran a un operador privilegiado, protegido y blindado desde arriba.

Y eso no es todo. El “suertudo” Omar Faching también alquila al Gobierno Regional su propia casa, ubicada en Mz F lote 5 de la Lotización La Huaquilla – Huaral, inscrita en la Partida N° 20001326 de Sunarp. En ese inmueble funciona la Oficina Zonal de Participación y Concertación de Obras de Huaral, desde julio de 2023, como consta en el Contrato de Arrendamiento N° 024-2023-GRL.

Es decir, cobraría como proveedor, cobra como trabajador y cobra como arrendador.

Para completar el festín, a todo este negocio se sumaría la dotación de combustible, que implica miles de galones al mes, que estaría bajo el control de este personaje que, de la noche a la mañana, se ha convertido en el niño mimado del Gobierno Regional.

La pregunta es inevitable: ¿cómo es posible que un solo hombre concentre tantos privilegios y contratos con la venia de las autoridades? Lo que aquí se configura es más que un simple conflicto de intereses: hablamos de una posible red de c0rrupción descarada.

Los consejeros regionales ya no tienen excusas: o asumen este caso con seriedad, o se convertirán en cómplices por omisión de funciones. Están avisados. El pueblo está harto. Y casos como el de “Fachin” prueban que en este gobierno la c0rrupción no es un accidente, sino un sistema.

Redacción: 𝗖𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗡𝗼𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮𝘀

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