El Gobierno Central se muestra cada vez más intransigente frente a la protesta de los transportistas que reclaman lucha frontal contra sus actuales verdugos, los extorsionadores que siguen cobrando vida en Lima Metropolitana.
Lo más indignante está en el hecho de que nadie del Ejecutivo quiere reconocer lo que está pasando en las calles, desde el ministro del Interior, el de Transporte, el director de la PNP y de la propia Dina Boluarte que se colocan una venda en los ojos para minimizar las protestas, dejando por sentado que no les interesa la vida de los transportistas porque públicamente han dicho que una muerte no justifica una paralización o lo que dijo la Presidenta al manifestar que un Paro no soluciona ni solucionará el problema, lo que significa que ni este paro de hoy ni los anteriores o los que vengan van a hacer que las autoridades reaccionen ante tanto dolor y sangre que se derrama día a día.
Lo que no saben las autoridades es que se está permitiendo que la sociedad toda tome este problema como un caldo de cultivo para situaciones mayores, porque con notoriedad se advierte que los vecinos comunes y corrientes ya están saliendo a las calles en respaldo de los transportistas y que todo el tema de seguridad ya tienen reacciones de diferentes colectivos, jóvenes y estudiantes que forman parte de la “Generación Z”, que al igual que todos los ciudadanos está a punto de explotar ante un problema que no tiene respuesta de los gobernantes y que solo se limitan a decir que ya están trabajando y que ya identificaron aspectos que empiezan a combatir.
Una vez más, reiteramos que lo que se requiere es una lucha frontal, con medidas drásticas, un servicio de inteligencia capaz de descabezar las organizaciones criminales desde raíz y que no se limiten a capturas que solo ofrecen una sensación de trabajo y que en la práctica no se da.
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