A pesar de diversos esfuerzos internos dentro del municipio de Chancay, continúan registrándose tensiones políticas entre el entorno cercano al alcalde —grupo al que en la zona algunos se refieren como el círculo de “Juanelo”— y la teniente alcaldesa Guiliana Carrizales.
La reciente disposición fiscal que archiva la denuncia por presunta coacción contra Carrizales ha reactivado el debate en la comuna. Para algunos sectores, este resultado refleja que los cuestionamientos en su contra no han logrado sostenerse; mientras que otros sostienen que las discrepancias políticas al interior del municipio siguen latentes.
De acuerdo con versiones internas, los intentos de involucrar a la teniente alcaldesa en presuntas irregularidades se habrían dado en diferentes momentos. Primero, señalamientos públicos; luego, un pedido de vacancia impulsado a través de una ciudadana que, según estas mismas fuentes, desconocía el procedimiento y habría sido utilizada para presentar un caso que terminó siendo desestimado.
En el distrito también circulan comentarios sobre la existencia de un sector familiar con presencia prolongada en la gestión municipal. Algunas fuentes sostienen que este grupo teme perder espacios de influencia, lo que explicaría las tensiones políticas actuales. No obstante, tales afirmaciones no han sido corroboradas oficialmente.
Según diversas voces locales, un eventual cambio en la alcaldía podría reconfigurar el equilibrio interno del municipio. En ese escenario, la figura de Carrizales aparece como un factor clave, dado que no se le atribuye alineamiento automático a ninguno de los bloques en disputa.
El reciente archivo fiscal, sin embargo, vuelve a poner sobre la mesa la pregunta central: ¿responden los cuestionamientos a la teniente alcaldesa a motivos administrativos o a una pugna política interna? Por ahora, el panorama continúa abierto.
Fuente: 24 siete TV Digital