Jaime Bayly cuenta en su última columna para el portal argentino La Nación, publicada el 13 de agosto bajo el título “El puente de los candados”, una serie de hechos vergonzosos que le ocurrieron a un joven periodista de nombre Barclays (su alter ego en varias de sus ficciones) durante su primer viaje a Alemania.
En los momentos finales de esta narrativa es cuando el escritor y periodista parece aludir al recuerdo del Diego Bertie y le expresa el dolor que sintió por su repentina muerte ocurrida el 5 de agosto, al caer del piso 14 de su edificio.
Jaime Bayly recuerda a Diego Bertie
Jaime Bayly, quien se casó con Silvia Núñez del Arco en 2011 y tiene una hija de nombre Zoe, relata en su escrito cómo su personaje regresa a Alemania junto a su esposa e hija. En este contexto, el escritor parece decir sobre Diego Bertie lo siguiente:
“Recorriendo la ciudad, caminando por el puente peatonal que cruza sobre el río Meno (…), observando los centenares de candados que los amantes han dejado colgados en dicho puente, con sus nombres inscritos en las cerraduras como promesas incorruptibles de amor, Barclays ha visto un candado con las iniciales ‘D y J’ y, conmovido, devastado por una tristeza que no cede, una pena que será infinita, ha derramado un par de lágrimas furtivas, sin que su esposa ni su hija lo adviertan”.
¿Qué otras columnas le dedicó Jaime Bayly a Diego Bertie?
Diego Bertie y Jaime Bayly han sido los protagonistas de una tormentosa historia que fue revelada en un capítulo del libro “No se lo digas a nadie”, en 1994. Luego, vino una película y varias entrevistas de parte del escritor, hasta que, finalmente, después de 28 años, el actor confirmó a Magaly Medina que existió un romance.
Encendida la chispa, el 12 de junio de 2022, el autor peruano publicó la columna “Y me fui a bailar solo a un rincón oscuro”. En dicho escrito, relata cómo se inició el triángulo amoroso con Diego Bertie y Sandra Masías.
Y antes de esta, el 5 de junio, escribió “El actor sale del clóset”, en el cual —como un juego macabro del destino— escribió que tenía miedo de ver a Bertie en persona por creer que el intérprete, “en un ataque de ira, podría empujarlo del balcón de su edificio”.
