Por Dante Pacheco:

Esta vez le toco perder a la educación universitaria en el Perú al aprobarse y promulgarse la ley que permite que el licenciamiento de las universidades sea permanente o mejor dicho para siempre y por lo tanto no tienen la obligación de someterse a evaluación temporaria, lo que significa que las universidades mediocres seguirán como están y desmejorando cada vez; todo ello en perjuicio de los estudiantes que están condenados recibir educación de mala calidad.

Como es de saberse, cuando se produjeron las primeras modificaciones en contra de la SUNEDU era notorio que había un interés muy particular en bajarle la llanta a una entidad que nació para mejorar la educación superior universitaria un golpe duro perpetrado como una estocada en detrimento de los estudiantes universitarios que tendrán que conformarse con la calidad que le ofrezca cualquier universidad. El tema es que el licenciamiento permanente deja en liberta a los propietarios de universidades privadas y a los dirigentes de las universidades estatales para que manejen a su antojo las numerosas universidades. Con esa ley se da licencia a que las universidades se mantengan en la mediocridad o empeore la calidad educativa, ello permitirá que en líneas generales no tengamos en el futuro inmediato a profesionales también mediocres y que solo los que redoblen sus esfuerzos individuales podrán calificar como los mejores; lamentablemente la gran mayoría terminarán su universidad con un aprendizaje con mucho que desear.

No cabe dudas que al igual que ocurrió en el primer atentado contra la educación universitaria, esta ley promulgada obedece a intereses particulares de congresistas y al Ejecutivo que a todas luces no quieren saber nada con mejorar la educación de los universitarios, muy por el contrario están actuando como si estuviesen cumpliendo con una orden superior para traerse abajo todo lo que significa educación, esto sencillamente porque existen interés creados de universidades privadas que en su mayoría incumplen con los requisitos que se exigen, de modo tal que si logran ser licenciadas ya no les importará el futuro, toda vez que la mayoría de estas universidades solo piensan en ganar dinero sin importarles el tema de la calidad. Lo peor de todo es que esta ley incluye la norma que permitirá desde ahora de ofrecer estudios universitarios con clases a distancia en un cien por ciento, ósea que el estudiante que se matricula en dicha modalidad podrá terminar su carrera sin necesidad de pisar físicamente un aula universitaria pues todo lo podrá hacer desde su casa, como si en el Perú seamos buenos con la virtualidad.

Nadie puede desconocer que para que llegue a esta situación existen factores externos de gran influencia, unos provienen de ONG internacionales que últimamente presionan con millones de dólares para que se apliquen en nuestra educación y que permiten modificatorias en la curricular educativa, pero también existen lobbys por parte de las universidades privadas, presionando a las autoridades afín de que se aprueben este tipo de leyes. Son pocas las universidades privadas y públicas que de mutuo propio se esmeran por mejorar la calidad educativa de sus alumnos, la mayoría no está interesa en la calidad educativa porque todo lo que gira alrededor de sus dueños es de lograr mayores ingresos económicos a sus arcas o sus bolsillos y por esa misma  razón abundan las universidades mediocres… mediocridad que se impulsa desde el corazón del Congreso y desde las entrañas del Palacio de Gobierno, los mismos que se empeñan en que nuestro país mantenga su nivel de sub desarrollo y que cada vez más tengamos fuga de talentos.