Ni en la imaginación más desaforada de los surrealistas, ni en el realismo mágico de García Márquez y Juan Rulfo, encontramos un hecho tan delirante, tan carente de razonabilidad, tan alucinante, pero al mismo tiempo, tan estólido, tan necio, tan burdo, tan disparatado, tan descabellado, como el pedido de donación de una bandera por parte del consejero Regional Víctor Hugo Huaccho a la Municipalidad Provincial de Huaral.
Yo entiendo que un consejero o un regidor, no tienen por qué saberlo todo, pero como lo comentaba con unos colegas, al menos tienes que tener criterio, sentido común, como se le puede ocurrir pedir una donación de una bandera a la Municipalidad de Huaral.
El bárbaro acto del consejero, no solo es absurdo, sino que es ilegal, ya que los consejeros, lo mismo, que los regidores, cumplen labores normativa y fiscalizadora, no han sido electos para cometer estupideces, pedir donaciones o estar de ganapanes del Gobernador de turno o del alcalde.
Me da la impresión que abdican de su labor fiscalizadora, salvo honrosas excepciones, no por desconocimiento sino por intereses personales.
ENFOQUE REAL 