José Luis Soncco no murió calcinado dentro de un patrullero

El suboficial José Luis Soncco Quispe murió por traumatismo encéfalo craneano (TEC) por objetivo contundente. Sus victimarios habrían atacado haciendo uso de una piedra. Los resultados corresponden al informe pericial de necropsia médico legal N° 019-2023, practicado al cadáver del fallecido. Los exámenes forenses tiran por los suelos la versión del gobierno, que en la voz del premier Alberto Otárola aseguró que Soncco había sido quemado vivo dentro del patrullero PR-14648, en el sector de Tambopata en Juliaca, el 9 de enero.

El cuerpo del expolicía fue hallado calcinado al costado de la unidad policial. El 70 % de la masa corporal del policía se consumió porque fue colocado inerte, al costado de un patrullero que ardía en llamas.

El expolicía Erusbel Jhonatan Apaza (25) es el único detenido por este caso. Sobre él pesa una orden de prisión preventiva de 18 meses dispuesto por el juez de investigación preparatoria de San RománJohnny Pedro Quispe Vilca.

La muerte del policía se registró luego de que el 9 de enero, 17 personas perdieron la vida tras la violenta represión policial de parte de las fuerzas del orden en inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac. Los enfrentamientos se dieron en un contexto en que se acataba en Puno el paro indefinido por la renuncia de Dina Boluarte.

Según las pesquisas de la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Juliaca, a las 23:00 horas desconocidos rodearon el patrullero de placa PR-14648, en Tambopata. Según el Ministerio Público, el ataque se habría coordinado presuntamente desde el grupo de WhatsApp llamado “Huelga de Juliaca y de Luto”. Apaza es el único formalmente procesado como responsable del crimen, porque en su vivienda en la manzana Y lote 21, urbanización Clara Victoria, se halló una cacerina de AKM con siete municiones y accesorio de una pistola.

José Luis Soncco Quispe. Foto: difusión

José Luis Soncco Quispe. Foto: difusión

Según informes periciales, a Soncco se le habría dotado para su servicio un fusil AKM y una pistola Pietro Beretta, cada uno con dos cacerinas. En el patrullero quemado se halló el AKM con una cacerina y una pistola con una cacerina. Partes de las armas que se le halló a Apaza corresponden a Soncco.

Otro elemento que vincula al expolicía con la muerte de Soncco es la declaración de un testigo protegido. El informante en un primer momento describió las facciones físicas del atacante y después identificó a Erusbel Jhonatan Apaza Uturunco, como uno de los agresores de los policías con el alias de ‘Chato’.

Caso sigue en investigación en la Fiscalía

El expolicía Apaza Uturunco, hoy preso, dijo que no tenía nada que ver en la muerte de Soncco Quispe. Respecto a cómo se hizo de la cacerina y las partes de la pistola hallada en su casa, dijo que se las proporcionó un excompañero del colegio de nombre Iván Jerson Suca Coila. Detalló que lo iban a entregar a la Policía, pero no tuvo tiempo.

El Ministerio Público informó que el caso sigue en investigación porque hay responsables por determinar.

Piden declarar héroe nacional a policía José Luis Soncco, asesinado en Puno

Dos legisladores presentaron propuestas para que el suboficial de segunda PNP José Luis Soncco, quien murió calcinado el pasado lunes 9 de enero en Juliaca (Puno), reciba una condecoración especial debido a su labor policial.

El efectivo, oriundo de Canas (Cusco), tenía 29 años y realizaba una ronda nocturna junto a otros agentes del orden, Ronald Villasante Toque y Esteban Barrientos Chanya, cuando una turba atacó de improvisto el vehículo policial donde se transportaban.

Los delincuentes golpearon a los policías, con palos y otros elementos, y procedieron a desarmarlos. Estos evitaron usar sus armas de reglamento, al inicio del enfrentamiento, debido a que estimaban controlar la situación.

Dos de ellos pudieron escapar del grupo, integrado por un aproximado de 350 personas, según los atestados policiales; sin embargo, Soncco Quispe no corrió con la misma suerte.

El cusqueño recibió un disparo en la cabeza, según los peritos de criminología de la Policía Nacional del Perú (PNP), antes de ser rociado con combustible y prendido fuego mientras aún agonizaba. El hecho ocurrió cerca a la primera cuadra de la calle Bernardo Alcedo, en zonas aledañas al colegio de educación secundaria San Martín.

En este marco, los legisladores Juan Burgos (no agrupado) y Rosselli Amuruz (Avanza País) presentaron dos mociones para que el suboficial sea declarado héroe nacional.

La moción N° 5413 de Burgos señaló que desde el fallido autogolpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, suscitado el siete de diciembre último, “la violencia desatada por las protestas, a favor de su persona, (…) ha dejado al borde del colapso a varias regiones del sur y centro del país”.

En el documento, destacó la labor del policía no solo por “cumplir con su deber cuando (…) se había tomado la ciudad de Juliaca”, sino también por su heroísmo al “no usar su arma de fuego cuando se vio rodeado” y “lo calcinaron estando con vida”.