Julio Demartini: «El objetivo es potenciar el impacto social del megapuerto de Chancay en las zonas de influencia»

La Autoridad Nacional Autónoma del Puerto de Chancay (AA Chancay), lidera la articulación entre los tres niveles de gobierno, el sector privado y la sociedad civil para consolidar un hub global de referencia en el Pacífico Sur, promoviendo un desarrollo sostenible que beneficie al Perú en las próximas décadas.

Con ese objetivo, el director ejecutivo de la AA Chancay, Julio Demartini, viene sosteniendo reuniones permanentes con ministerios, gobiernos locales, gremios empresariales y organismos internacionales.

En las úlimos días se reunió con el gerente de Cosco Shipping Port, Gonzalo Ríos, y los alcaldes de la provincia de Huaral, Fernando Cárdenas, y del distrito de Chancay, Juan Álvarez; además con representantes de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Consejo Consultivo del distrito de Chancay y con los ministerios involucrados en el tema.

Todos los encuentros tuvieron como objetivo alinear los esfuerzos para potenciar el impacto del megapuerto y sus zonas de influencia.

PDU CHANCAY

Un avance clave es la pronta aprobación del Plan de Desarrollo Urbano (PDU) Chancay que tanto el alcalde como el equipo técnico de Huaral confirmaron que será aprobado en el corto plazo. Vale mencionar que el PDU es una guía para crecer de forma organizada: mejorando conexiones, infraestructuras y la vida diaria de la gente.

“Este plan es un paso decisivo para facilitar el desarrollo económico y social ordenado de las zonas de influencia directas e indirectas, permitiendo un interés de inversión pública y privada, alineado con los objetivos que apuntan a convertirnos en un Hub Global”, enfatizó Demartini.

Por su parte, el representante de Cosco destacó el rol articulador de la AA Chancay: “El éxito de la Autoridad es el éxito del megapuerto. Celebramos su creación y nos comprometemos a trabajar juntos para lograr la unidad que la población necesita”.

Esta colaboración público-privada busca optimizar la operación del puerto como hub logístico internacional, priorizando proyectos que generen beneficios inmediatos para las comunidades locales.

En la reunión entre Demartini y el alcalde de Chancay, Juan Álvarez, dialogaron sobre iniciativas específicas para las zonas de influencia del megapuerto, enfocándose en proyectos que promuevan el desarrollo social y económico a corto plazo. Estas acciones reflejan el compromiso de la AA Chancay por fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible, posicionando al Puerto de Chancay como un referente regional.

Megapuerto de Chancay supera los S/530 millones en recaudación y bate récord con cargamentos de cemento y vehículos

La Intendencia de Aduana de Chancay recaudó más de S/530 millones en tributos entre enero y lo que va de agosto de 2025, según reportó Sunat. Solo en operaciones de comercio exterior, el valor FOB —precio de la carga en puerto de origen, sin considerar transporte ni seguros— ya superó los US$1.000 millones.

En ese periodo se registraron más de 2.800 importaciones, que generaron pagos de IGV, ad valorem, Impuesto Selectivo al Consumo, además de derechos antidumping, multas e Impuesto de Promoción Municipal (IPM).

La curva de crecimiento comenzó en abril, tras «los meses iniciales de aclimatación«. Según detalló Luis Acuña Willis, intendente de la Intendencia de Aduana de Chancay de la Sunat, en junio se recibió el cargamento más grande de granel de cemento importado por Cemex, con 70 millones de toneladas, y en julio ingresó la nave más grande portavehículos, de mayor capacidad en operar en el puerto, que no solo abasteció al Perú, sino también realizó trasbordos a otros países de Latinoamérica.

«Ya se ve el esquema que va proporcionando Chancay para la logística de Latinoamérica. No solo mercado nacional, sino como punto donde podemos distribuir a los demás países», mencionó.

Según la empresa Cosco Shipping, el terminal ya forma parte de una nueva ruta Ro-Ro que conecta Tianjin (China) con mercados de Sudamérica mediante operaciones de transbordo a Chile, Ecuador y Colombia. Este flujo especializado puede explicar el papel que busca Chancay como hub logístico en el Pacífico.

En lo que va de agosto, agregó, la recaudación ya supera los S/50 millones, debido al efecto de pagos garantizados del mes anterior.

La renta de aduanas y su nueva distribución

El impacto fiscal del puerto no solo se mide en cifras brutas de recaudación, sino también en la forma en que estos recursos se distribuyen a las arcas de los municipios. La renta de aduanas, que considera únicamente el IGV, el ad valorem y el ISC, pasó en abril de 2025 de una tasa de participación del 2% al 3% tras la Ley N° 32278 aprobada por el Congreso.

Javier Franco Castillo, superintendente adjunto de la Superintendencia Nacional Adjunta de Tributos Internos de Sunat indicó que con la norma anterior, entre noviembre de 2024 y marzo de 2025, se recaudaron S/187 millones, de los cuales se transfirieron apenas S/3,7 millones a la provincia.

Con la nueva tasa, entre abril y julio, la recaudación subió a S/310 millones y se transfirieron S/6,6 millones al Banco de la Nación. El desglose tributario en este periodo fue de S/212 millones que provinieron del IGV, S/9,7 millones, del ad valorem y S/7,3 millones del ISC.

Transferencias para Chancay y otros distritos

La ley que crea el Fondo Social para el Desarrollo de Chancay, destina un 20% de lo recaudado para el mencionado distrito. El 80% restante se distribuye entre las 12 municipalidades de la provincia de Huaral, según criterios de población, territorio y proporcionalidad.

En agosto, por ejemplo, se transfirieron S/1 millón 677.000. De este monto, S/335.000 fueron destinados al Fondo Social y S/1 millón 342.000 repartidos entre los municipios.

El MEF destacó que el incremento de la tasa de participación de la renta de aduanas permitirá montos de transferencia cada vez más prominentes en los próximos meses, en línea con la expansión de las operaciones del puerto.

¿Megapuerto peruano en riesgo?: la controversia detrás de la obra de Corío que Chile sigue de cerca

El Megapuerto de Corío, una de las iniciativas portuarias más ambiciosas del sur del Perú, quedó en el centro de una tempestad política, administrativa y técnica que elevó el pulso en el sector logístico regional.

En un reciente giro inesperado, la Autoridad Portuaria Nacional (APN) suspendió la autorización clave para la ejecución del megaproyecto tan solo cinco días después de otorgarla.

La noticia despertó el interés en Chile, que sigue de cerca el desarrollo de Corío por considerarlo una infraestructura capaz cambiar el mapa del comercio marítimo en Sudamérica, igual o más que el Megapuerto de Chancay.

Autorización fugaz de un nuevo megapuerto peruano

El 7 de agosto de 2025, el directorio de la APN aprobó la Viabilidad Técnica Temporal Portuaria (VTTP) para el Consorcio Hub Corio Megapuerto del Sur, compuesto por Leet Arquitectura Ingeniería & Construcción S.A.C. y Beton Terra Ingenieros S.A.C.

El documento habilitaba el inicio de los estudios y trámites estatales necesarios para levantar un megapuerto en el distrito de Punta de Bombón, provincia de Islay, región de Arequipa.

La decisión buscaba dar un impulso definitivo a un proyecto presentado originalmente el 26 de febrero de 2024, que aspira a convertir a Corío en el principal puerto de aguas profundas del Pacífico sur, con una capacidad de manejo superior a otros terminales de la zona, incluida Chancay o el mismo San Antonio.

Cinco días después, esa expectativa quedó en suspenso. El pasado martes 12 de agosto, tras una solicitud urgente del gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, la APN retrocedió.

A diferentes medios de comunicación, la autoridad regional denunció supuestas irregularidades en la concesión. “El ministro César Sandoval me llamó y se comprometió a anular la resolución”, afirmó la autoridad.

Entre los puntos destacados por Sánchez, destaca que uno de los miembros del consorcio fue creado en 2022 y el otro en 2017, con antecedentes principalmente en el sector inmobiliario, por lo que se cuestionó la experiencia portuaria de ambos.

El trasfondo institucional también pesó en la balanza. El gobernador sostuvo que la APN había procedido ignorando compromisos adoptados en el VIII Consejo de Estado Regional (CER), donde se había acordado aguardar la conclusión de un estudio de demanda de transporte marítimo para el sur peruano antes de avanzar en la planificación del Puerto de Corío.

La finalización del informe está programada para noviembre de 2025 y, según la autoridad regional, resulta fundamental para definir los lineamientos técnicos y comerciales de la obra.

Proceso de idas y vueltas administrativas

El derrotero de Corío no ha estado exento de trámites y obstáculos. Según recapituló BioBioChile, desde su presentación en 2024, el proyecto afrontó múltiples observaciones por parte de las direcciones técnicas de APN, especialmente en cuanto a la falta de proyecciones coherentes de tráfico marítimo.

En agosto de 2024, la Dirección de Planeamiento y Estudios Económicos (DIPLA) concluyó que el plan maestro carecía de la solidez técnica necesaria, por lo que sugirió negar la viabilidad solicitada.

El consorcio responsable de la propuesta contestó las observaciones y de inmediato recurrió a instancias superiores, logrando que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), mediante sucesivas resoluciones viceministeriales en diciembre de 2024 y marzo de 2025, anulara decisiones previas de la APN y ordenara retornar a etapas anteriores del proceso administrativo.

Esta intervención permitió la presentación de información complementaria, así como la subsanación de 25 observaciones técnicas pendientes hasta agosto de 2025.

Tras esa ronda de actualizaciones, la APN declaró conforme el plan en las áreas críticas de política portuaria nacional y desarrollo portuario para 2024-2030, validando su viabilidad jurídica.

Fueron esas revisiones las que llevaron al directorio a aprobar formalmente la viabilidad técnica el 7 de agosto. El escenario cambió rápidamente tras la intervención del gobernador y la notificación de la DIPLA sobre la necesidad de un análisis de costo-beneficio antes de cualquier avance en el área.

La autoridad portuaria resaltó la existencia de un “potencial vicio de nulidad trascendente” al haberse emitido la resolución sin este paso.

Interrogantes y demandas

La suspensión de la autorización para Corío dará paso a un nuevo proceso de revisión. Se deberá determinar si el proyecto conviene desarrollarlo bajo una modalidad de Asociación Público-Privada (APP) de iniciativa estatal o mediante habilitación portuaria administrativa, y si su impacto generará beneficios tangibles a nivel nacional y regional.

La resolución firmada por el presidente del directorio de la APN, Juan Ramón Arrisueño Gómez De La Torre, dejó en claro que la suspensión se mantendrá al menos hasta tener en la mano ese análisis pendiente.

Esta pausa retrasará la definición del futuro del proyecto, que prometía posicionar al sur del Perú como una plataforma clave de conexión marítima. A lo largo de este proceso, las perspectivas de articulación económica local y regional han estado en el centro de la discusión.

Corío bajo la lupa

La magnitud de la obra propuesta en Arequipa ha generado expectativas mucho más allá del ámbito peruano. El megaproyecto prevé una inversión de 7 mil millones de dólares, una profundidad de 28 metros (91,86 pies) que superaría ampliamente la de Chancay y una capacidad de hasta 100 millones de toneladas de carga anual.

Las cifras igualarían la movilización conjunta de las terminales de Callao y San Antonio, ubicada esta última en la costa del Pacífico chileno.

ProInversión calculó que la primera etapa requeriría 4 años para entrar en operaciones, con una finalización total proyectada entre seis y siete años y la generación de 50 mil empleos directos e indirectos en la región.

El potencial ha sido interpretado por analistas y exfuncionarios chilenos como una amenaza estratégica. En septiembre de 2024, el expresidente chileno Eduardo Frei afirmó públicamente que la modernización de puertos en su país había quedado rezagada y, tras la inauguración de Chancay y la inminente apertura de Corío, “vamos a quedar fuera, vamos a hacer cabotaje”, advirtió durante una exposición.

Las características técnicas y la ubicación geográfica de Corío lo proyectan como un “hub” para carga de Brasil, Bolivia, Argentina y el sur del Perú, consolidando a Arequipa como eje logístico.

En el entorno de negocios se difundió el interés de actores internacionales: tras la última edición de APEC, celebrada en noviembre pasado en Lima, representantes de China, Estados Unidos y Portugal detectaron el potencial de la obra e incluso mostraron “gran expectativa”, según la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa.

El debate técnico

La Autoridad Portuaria Nacional consideró esencial un estudio de demanda para definir las proyecciones de carga y la conveniencia económica de la obra.

El secretario técnico de la Agencia de Desarrollo de Arequipa, Mario Zúñiga Martínez, expuso que “Corío va a consolidar el sistema portuario nacional, por la morfología que tiene el Perú de aguas profundas, cosa que no lo tienen países del sur ni del norte”.

Para el entonces titular de la APN, Juan Carlos Paz Cárdenas, el puerto representa una “pieza clave” para fortalecer la logística nacional, aunque la viabilidad definitiva descansará en la calidad técnica del plan maestro y en el resultado de los estudios de demanda.

Los desafíos logran ser tan claros como las oportunidades. El propio Paz Cárdenas reconoció la importancia de la profundidad de las aguas en Punta de Bombón, punto que podría elevar los costes de construcción, ya que en la mayor parte de los principales puertos mundiales los calados no superan los 16 metros (52,49 pies).

La variante de 28 metros (91,86 pies) elevaría sensiblemente la inversión requerida, aspecto que, aunque posible, necesita sustento financiero sólido para avanzar.

Red logística sudamericana

El Megapuerto peruano en Corío se integraría a un mapa más amplio de modernización portuaria del país, que abarca terminales en Chancay, Matarani y Callao, junto con nuevas iniciativas en Lambayeque y Tacna.

La articulación de redes viales y ferroviarias desempeña un papel clave, con planes para integrar zonas mineras de Cajamarca, Apurímac y otros puntos directos hacia los muelles más importantes del país, remarcan los expertos.

La proyección internacional va más allá del Asia Pacífico. Acuerdos de libre comercio permiten que productos peruanos lleguen a mercados que suman más de 3.000 millones de personas. Lograr que Corío se convierta en realidad podría fortalecer significativamente la posición del país en el comercio global, aumentando su conectividad y ampliando su oferta logística.

Por ahora, el futuro inmediato del puerto de Corío depende de la finalización de los estudios ordenados y del análisis de costo/beneficio que acaba de exigir la autoridad portuaria. El consorcio espera una determinación clara que podría definir el rumbo del proyecto más observado por la competencia portuaria chilena.

Megapuerto de Chancay permitirá que lleguen en menos tiempo y mejores condiciones productos peruanos a Indonesia

La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León Chempén, señaló que el Perú espera la pronta entrada en vigencia del Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA) que se firmó con Indonesia, porque se abre un importante mercado para las exportaciones peruanas.

Así lo manifestó en conferencia tras el Consejo de Ministros realizado en Palacio de Gobierno, donde detalló los resultados de la visita oficial de Estado a los países de Japón e Indonesia.

Refirió que la agenda de la visita oficial a Indonesia, fue sumamente intensa y nutrida.

“Se ha podido suscribir el acuerdo integral de asociación económica que nos trae beneficios realmente importantísimos a partir de su suscripción y esperemos su pronta entrada en vigor porque nos abre el mercado a más de 270 millones de personas”, dijo la ministra Desilú León.

Indicó que el CEPA permitirá el ingreso de los principales productos de exportación peruanos con un arancel sumamente beneficioso, sobre todo para los pequeños y medianos exportadores.

“Porque en muchos de nuestros productos, como los agrícolas podremos entrar, a partir de su entrada en vigor, con un 0% de arancel, prácticamente el arancel con Indonesia estaba alrededor de entre el 8 y 8.7%” detalló.

Asimismo, señaló que a partir de la entrada en vigor del CEPA el 56% de los productos peruanos de exportación podrán entrar a ese mercado con ventajas realmente competitivas.

“Es un acuerdo comercial ágil, moderno que incluye nueve capítulos en los cuales hemos establecido varios compromisos. Para ambos países el comercio bilateral va a ser realmente positivo”, dijo.

Refirió que se posibilitará que los arándanos peruanos puedan ingresar con un arancel cero, ahora que ya se cumplieron los requisitos fitosanitarios.

“Recientemente en el 2024 nosotros hemos tenido un intercambio bilateral más o menos con Indonesia de 646 millones de dólares y nuestras exportaciones alcanzaron los 191 millones de dólares”, señaló.

“Con la suscripción de este acuerdo, vemos en este momento grandes posibilidades para ampliar la llegada de nuestros productos a dicho mercado”, subrayó.

En esa línea, destacó que el megapuerto de Chancay permitirá llegar en menos tiempo y mejores condiciones de los productos peruanos a los mercados de Indonesia.

Anin alista 21 proyectos de infraestructura en torno al megapuerto de Chancay

La Autoridad Nacional de Infraestructura (Anin) gestiona actualmente una cartera de 21 proyectos en la zona de influencia del megapuerto de Chancay, con el objetivo de cerrar brechas en infraestructura en esa región estratégica, según informó su portavoz Mario Ríos.

En declaraciones al programa Andina al Día de Canal Andina Online, Ríos explicó que la institución recibió el mandato de liderar un conjunto de obras alrededor del hub portuario de Chancay. “Todos sabemos lo que este terminal significa para el país y para el continente sudamericano”, afirmó, destacando su impacto económico y logístico.

Como parte del plan, uno de los proyectos apoyará a la Marina de Guerra del Perú mediante la construcción de nuevas instalaciones para la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi), adecuadas a la dinámica portuaria y el flujo comercial marítimo. También se incluirán obras para reforzar la seguridad ciudadana: comisarías y otras infraestructuras vinculadas al Ministerio del Interior.

Otro paquete de proyectos está enfocado en mejorar la conectividad vial, especialmente en la Panamericana. Ríos indicó que se deben crear alternativas a la vía actual para evitar la congestión provocada por el movimiento de carga pesada generado por el megapuerto.

Además, Anin trabaja en el desarrollo de una planificación urbana integral, extendida más allá de Chancay y replicable en otras regiones del país. “Esta tarea de proyección se va a extender a todo el país”, señaló Ríos.

En cuanto a ejecución presupuestal, Ríos destacó que Anin fue la primera institución pública del Perú en ejecutar el 99.93% del presupuesto asignado a inversiones en 2024, equivalente a más de 5,229 millones de soles. Al cierre de junio de este año, ya se ha ejecutado el 90% de los 2,900 millones de soles presupuestados.

Actualmente, se han concluido 47 obras, incluyendo 34 instituciones educativas, seis hospitales y siete proyectos de prevención de desastres con soluciones integrales. En ejecución están 69 proyectos, de los cuales 52 están vinculados a soluciones integrales en diversas regiones como Tumbes, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Lima, Ica, Piura y Arequipa. Dentro de ese conjunto, se construyen 12 centros de salud en varias regiones y cinco proyectos educativos en Piura y Áncash. La inversión de estos proyectos oscila entre 1,100 y 1,500 millones de soles, y en casos como la protección de la cuenca del río Piura, puede llegar a 3,000 millones de soles.

Finalmente, Ríos subrayó la necesidad de coordinar recursos financieros con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para asegurar el financiamiento de estas obras de impacto en los próximos tres o cuatro años.

De liderar el megapuerto de Chancay a dirigir Apucorp: los planes del holding minero con apuesta en infraestructura

La corporación peruana Apucorp, vinculada al legado del fallecido empresario minero Guido del Castillo, planea operar cuatro minas de oro y plata en los próximos cinco años, con una inversión de US$800 millones y otros US$200 millones para fortalecer sus empresas de servicios.

En entrevista con La República, Carlos Tejada Mera, exgerente general adjunto del megapuerto de Chancay, y actual CEO de Apucorp comparte los planes de expansión de la compañía como la puesta en marcha de la mina Crespo, en Cusco, antes de fin de año. Señala que la firma evalúa participar en proyectos públicos como el teleférico a Choquequirao y apunta a una eventual apertura en bolsa hacia 2030.

—Luego de su paso por Cosco Shipping Ports Perú, ¿qué aprendizajes trae ahora a Apucorp?

La experiencia ha sido muy valiosa en términos de gobernanza corporativa que busca tener una buena gestión de las operaciones. Es decir, que sean eficientes, productivas y que cumplan con altos estándares de sostenibilidad en el cuidado del medioambiente, compromiso social y seguridad. Estamos aplicando todos los principios de ESG en Apucorp.

—¿Cuál es la visión de Apucorp en cinco años?

Apucorp nace del holding Erced, fundado por el ingeniero Guido del Castillo. Es un grupo principalmente minero. La visión es que Apucorp sea reconocida en Perú y a nivel internacional como una corporación comprometida con el desarrollo sostenible de la minería.

 ¿El núcleo del negocio seguirá siendo minería?

Sí. Pero también Erced ha creado empresas para dar servicios integrados a la minería: empresas de perforación, de operaciones mineras, construcción civil y de metalmecánica. También, tiene empresas vinculadas que se están desarrollando en otras áreas de infraestructura. Se adquirió este año la Clínica Cayetano Heredia y también se construyó el mall Kilómetro 40 (del futbolista Jefferson Farfán), que es infraestuctura de retail. También administramos bienes inmuebles a través de Rillo, y evaluamos proyectos de parques industriales y vivienda.

Minería

Apucorp apunta a cuatro proyectos mineros al 2030.

— Ustedes han ido ampliando su portafolio. ¿Tienen la visión de seguir diversificando a más sectores?

Sí. Estas empresas de servicio tienen muchas capacidades técnicas y humanas más allá de la minería que pueden servir para desarrollar proyectos de infraestructura para nuestro país. Por ejemplo, una de nuestras empresas Cemprotec ha hecho toda la estructura del techo del aeropuerto de Lima. Estamos haciendo ahora el aeropuerto Chincheros de Cusco y desarrollamos otros proyectos para empresas privadas como Unicon o IIRSA Sur.

También nuestras empresa Ajani, que es de construcción civil, también trabaja en consorcios para programas de defensas ribereñas en ríos del norte (Motupe, La Leche) y también en el sur, en Chincha. Estamos participando en licitaciones de la Autoridad para la Reconstrucción (ANIN) y otros proyectos de infraestructura para el país.

En Apucorp hay 16 empresas directas, pero vinculadas hay otras empresas que pertenecen a los accionistas como la Clínica Cayetano Heredia y el mall Kilómetro 40, el Museo de Minerales ubicada en el Centro de Lima. Estas empresas no son parte de la corporación actualmente, pero sí están vinculadas a través de los accionistas.

—En infraestructura inmobiliaria también tienen presencia a través de Rillo, ¿En qué planean incursionar?

Rillo es una empresa de administración inmobiliaria porque la empresa también tiene bienes inmuebles para oficina, comercio. Esta sí pertenece a la corporación Apucorp. Estamos evaluando para también extender nuestra visión inmobiliaria en parques industriales y vivienda.

—Tienen interés en proyectos públicos como el Teleférico de Choquequirao, ¿Qué avance tienen para participar?

Hay una gran cartera de Proinversión. Estamos evaluando participar en estos proyectos de infraestructura orientadas a mejorar la conectividad del país como carreteras, puentes, teleféricos. Tenemos capacidades en ingeniería civil y metalmecánica que no solo permiten el desarrollo minero, sino el desarrollo del país. Estamos en conversaciones para asociarnos con una empresa internacional fabricante de teleféricos para presentar una propuesta técnica. Queremos que no sea solo construir, sino que incluya transferencia tecnológica hacia nuestras empresas. La idea es primero operar y dar mantenimiento, luego en una segunda etapa, producir partes y más adelante hacer la producción total.

 El Mall KM40, en el que Jefferson Farfán es accionista, forma parte de las empresas vinculadas al holding Apucorp.

El Mall KM40, en el que Jefferson Farfán es accionista, forma parte de las empresas vinculadas al holding Apucorp.

—Volviendo al núcleo del negocio, han anunciado que operarán cuatro minas de oro. ¿Qué implica y qué falta para que la mina Crespo en Cusco ya empiece a operar este año?

Nuestra meta es tener en operación cuatro minas de oro y plata hacia 2030. En estos momentos estamos terminando la construcción de la mina Crespo, en Cusco. Esperamos iniciar pruebas en septiembre y operar antes de fin de año. Hemos tramitado los permisos de explotación y de beneficio ante el Ministerio de Energía y Minas, además hemos empezado el trámite con la Sunat para temas de productos químicos.

Digamos, de esos cuatro proyectos, ¿cuál es el potencial productivo total que prevén?

Yo prefiero mantenerlo en reserva, pero es un potencial importante. Este grupo siempre tuvo un ADN en oro y plata, y vamos a mantenernos en esa dirección principalmente. No descartamos ir a otro tipo de minerales en alianza, pero principalmente en oro y plata. Nuestro grupo está en una empresa en mediana minería formal, de no más de US$350 millones por proyecto.

—¿Y qué otros proyectos?

Tenemos dos proyectos que este año entrarán a procedimiento de evaluación socioambiental a cargo de Senace: uno en septiembre y otro entre noviembre y diciembre. Estamos desarrollando un cuarto proyecto en el 2030. Entre los cuatro proyectos, tenemos previsto invertir unos US$1.000 millones en los próximos cinco años hasta el 2030, US$800 millones en minería (construcción de planta y estudios de impacto ambiental) y US$200 millones adicionales para reforzar nuestras empresas de servicio.

—¿Cómo financiarán este plan de expansión?

Estamos con capital y financiamiento bancario.

—¿Qué meta de facturación tienen con este crecimiento?

En los últimos años hemos facturado cerca de US$350 millones anuales. Para el próximo año buscamos crecer al menos un 10% anual, sin incluir la minería hacia el 2030. Estamos haciendo todo el proceso de gobernanza corporativa con sostenibilidad, para estar listos, para poder listar en bolsa el 2030, si fuera necesario levantar más capital.

—Sobre el Reinfo, tienen ustedes una propuesta piloto con Sunat para la formalización minera. ¿Qué le ha respondido Sunat?

Hemos tenido contacto con la Sunat. Tenemos planta de minerales que queremos poner a disposición de un proyecto piloto, donde en algunas de nuestras concesiones podamos a las empresas que tienen Reinfo, a través de contratos, poderlos ayudar para ingresar a la cadena formal, formal con trazabilidad, para ayudarlos a refinar y a darle valor, pues, a la actividad que se desarrolla minera. 

Siempre y cuando en ese proceso se garantice la trazabilidad y la presencia, pues, del acompañamiento de Sunat en este proceso de formalización, del Ministerio de Energía y minas y la Sunat. Este proceso de formalización y que permita, pues, contribuir de manera formal a los ingresos en nuestro país a través de los impuestos y obligaciones tributarias.

Hemos tenido muy buena recepción. Estamos todavía trabajando en una serie de detalles y aspectos que esperamos continuar desarrollando para tener un piloto estructurado que nos permita iniciar su implementación.

—¿Qué recepción tuvo Sunat para esta propuesta?

Muy buena. Hemos tenido contacto directo y estamos trabajando en detalles. Queremos estructurar bien el piloto para ponerlo en marcha pronto.

—Respecto al componente social, ¿qué estrategia le están dando a la licencia social?

Nuestra estrategia se basa en transparencia, comunicación y compromiso con la sostenibilidad. Todos nuestros proyectos tienen estándares altos para minimizar impactos negativos y tenga impacto positivo en su visión de desarrollo para las comunidades, para que estas se beneficien de estas operaciones a través de programas de educación, cadenas productivas y cierre de brechas en agua, desague y energía.

— ¿Cuánto es lo que han presupuestado para destinar al desarrollo social?

Una parte importante del costo de la etapa de construcción y operación va orientado a desarrollar estos programas de desarrollo social. En proyectos de desarrollo social y de infraestructura, vamos a destinar cerca de S/150 millones en los próximos cuatro años.

—¿Planean ampliar su presencia a otros minerales?

Nuestro ADN es oro y plata, pero no descartamos proyectos de cobre o gran minería a través de alianzas. Siempre manteniendo el enfoque de mediana minería formal, pero abiertos a nuevos socios si surgen oportunidades.

— ¿La marca Apucorp va a seguir siempre estar vinculado al empresario Guido del Castillo?

Estamos inspirados en el legado de Guido del Castillo, pero estamos con una nueva visión de tener una gobernanza corporativa quele agregue valor a los desarrollos de los proyectos, no solo a los accionistas, sino también a nuestros trabajadores, proveedores que son nuestros socios y a las comunidades.