Por Dante Pacheco:
Desde hace buen tiempo un sujeto de nombre Antonio Bazán un seudo arqueólogo- viene realizando una serie de acciones en desmedro de nuestra cultura y en perjuicio de instituciones que incluyen los gobiernos locales so pretexto de proteger nuestro Patrimonio Cultural, no óbstate en esa mayoría de intervenciones que más suenan a interferencias, no fueron movidas por el interés común, sino más bien por el personal, es decir que todo lo que este individuo hace tiene un trasfondo retorcido como el hecho de pretender sacar provecho estrictamente personal. Este individuo siempre se mostró como un preocupado por la cultura, especialmente por el patrimonio arqueológico de nuestra provincia, primero haciéndose pasar como arqueólogo pero como ya no es posible tener cosas ocultas bajo el sol, tuvo que aceptar que no es lo que decía ser pero si se califica como un especialista en arqueología y paleontología; sea como fuere siempre quiso figurar como representante de autoridades de Cultura y hacerse cargo de remedos de museos para lucrar con el cobro de entradas bajo el pretexto de mantenimiento del local, lo cierto es que no representa a nadie y que en ese afán de seguir soñando que es un experto en la materia se inventó un Patronato Cultural del que es miembro o directivo y con esa patente se atreve a intervenir en lugares diferentes para interferir en obras o apropiarse de material arqueológico, ese es el individuo de apellido Bazán.
Dicho esto lo que se puede apreciar de este señor es que resulta ser un frustrado, alguien que no pudo recibirse como arqueólogo pero que se jacta de serlo, claro que a la luz de la SUNEDU no figura como tal, esa frustración lo ha llevado a creerse interventor, representante de la Cultura, preservador de nuestro Patrimonio, etc. es en ese sentido que a lo largo de su vida profesional ha efectuado diversas denuncias que terminaron en nada, pero él mismo mantiene a la fecha un rosario de denuncias en su contra, algunas de carácter penal y otras a nivel de la Policía, incluyendo algunas por violencia. Este sujeto se atrevió el fin de semana a intervenir en una exposición que efectuaban mujeres emprendedoras del pueblo de Vichaycocha en la Feria que organizó la Municipalidad provincial en el marco del aniversario. En el stand se exhibían algunas piedras de formas de caracol o de conchitas que dicho sea de paso- abundan en nuestra serranía y se las encuentra a flor de tierra, sin embargo para el ojo aguzado del especialista en paleontóloga, ese material constituía ´patrimonio cultural y por lo cual procedía a decomisar tales piedras ante la protesta de las mujeres expositoras; lamentablemente el seudo arqueólogo fue secundado por dos efectivos policiales que se prestaron a la ideotés de BAZÁN llevándose las piedras y también a las damas. Inmediatamente se generó la repulsa de las autoridades que no entendían las razones de la intervención, solo se supo que los policías siguieron las indicaciones de una supuesta autoridad.
Lo primero que aclarar es que el señor Bazán no representa a ninguna autoridad, no tiene autoridad ni encargo para ello aun cuando dice ser miembro o directivo de un patronato cultural, cuento con el que aprovechó el manejo del llamado Museo de Huando y ahora en el seudo Museo del Boulevard Gastronómico De Retes. Se recuerda que el Patronato Cultural nace en el Perú como un ente particular dispuesto a respaldar las actividades de protección a nuestro Patrimonio, pero es privado y no del Estado. Lo segundo es que la intervención arbitraria y apócrifa de Bazán tiene un trasfondo miserable pues obedece a una venganza contra la Municipalidad de Huaral que no le dio luz verde para una exposición arqueológica en la Feria pues pretendía una impórtate suma de dinero para trasladar las piezas a exponer, ante esa negativa se sintió afectado al punto de que a través de las redes sociales muestra su incomodidad pretendiendo hacer quedar mal a la Comisión de Fiestas, al área de Educación y Cultura y a la propia Municipalidad, entonces respirando por la herida el sábado último llega a la Feria y empieza a husmear entre los stand, encantándose con las piedras de figuras caprichosas que según él se tratan de patrimonio cultural por lo que llevó a la policía para el decomiso de las mismas. el resto de la historia la conocemos todos, sin embargo es necesario aclarar que no es la primera vez que su atrevimiento causa problemas como el intento de paralizar la obra de remodelación de las calles del entorno de la Plaza de Armas de Chancay aduciendo que en el lugar se afectaba el patrimonio de los chancayanos y de la Nación, obviamente su denuncia no prosperó y las obras continuaron; semejante situación realizó en contra de las obras de mejoramiento del camino de la Casona de Retes hacia el cruce, intervino el INC y luego desestimaron su denuncia, pero también llegó a mas, razón por la que tiene denuncias de carácter penal, policial y hasta por violencia. Es decir que estamos frente a un caso delicado por tratarse de un sujeto que solo pretende beneficio propio utilizando la cultura, crear historias e inventar patrimonio donde puede hacerlo e intentar chantajear a autoridades, su condición de frustración lo lleva a ir demasiado lejos con sus denuncias que siempre caen en saco roto, por lo que resulta justo y necesario que de una vez por todas se ponga freno a sus pretensiones y deje de utilizar nuestro patrimonio para beneficio propio. Es hora de que se construya un Museo de Huaral donde se pueda aglutinar todo material arqueológico que se encuentre en manos de extraños y de ese modo desaparezcan seudo arqueólogos o paleontólogos que lo único que pretenden es jalar agua para su molino.