Escribe: Rógger Taboada – Sociólogo – profesor universitario
Los daños a las viviendas, al medio ambiente y al transporte ocasionados por quienes regentan la construcción del Megapuerto de Chancay fue advertido hace tiempo por pobladores y el Frente de Defensa del Puerto de Chancay. Desde cuando el presunto delincuente Ollanta Humala y el tristemente célebre expresidente regional y prófugo de la justicia, Javier Alvarado, inauguraran esta malhadada “obra”. Para ella, los alcaldes distritales, provinciales, y gobernadores de antes y de hoy, sólo han tenido aplausos. Todos se fundieron en un besamanos a sus dueños: la transnacional China, Cosco Shipping Ports Chancay (60% de acciones) y la empresa peruana Vólcan (40% de acciones). Este servilismo, desde luego, nunca fue gratuito y el más desvergonzado ha sido el actual alcalde de Chancay, llamado Juanelo. Veamos por qué.
Cuando hace cinco años se hacía la consulta previa a la sociedad civil organizada y población en general -de acuerdo a lo dispuesto por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT-, este alcalde contrataba gente de construcción civil y algunas mujeres de comedores populares y con ellos “aprobaba” la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) herramienta técnica-administrativa imprescindible para un megaproyecto de esta envergadura. Engañaron a la población con los cantos de sirena de siempre: fabulosas inversiones por 3 mil 600 millones de dólares. “Progreso y desarrollo”, ofrecían. “Habrá chamba como cancha”, pregonaban sus áulicos.
PISTA DESTRUIDA, LOS CARROS SE HUNDEN, LAS CASAS SE CAEN
Están destruyendo un pueblo (sector Juan Velasco), se han adueñado de las playas de Chancay. Con su embarcadero de minerales van a desaparecer la pesca artesanal y encima por este gravísimo daño ocasionado, insultan pretendiendo darles miserables 600 soles a los pobladores afectados, demostrando con esto la extraña similitud entre el gran empresario e inversionista angurriento.
¿Y el costo social? ¿Qué dicen los colegas de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la universidad Sánchez Carrión y Los gerentes del sector de la región Lima y de la provincia de Huaral? ¿Qué dicen los consejeros regionales, la Gobernadora? ¿Se comportará como su símbolo electoral «La Cholita» frente a estos ricos de la gran minería o alzará su voz de protesta?
Hasta ahora sólo escuchamos sonoros silencios. Estaremos atentos.