Con el anuncio del presidente de la República, José Jerí, sobre sus próximas visitas a las regiones del Perú, es cuestión de tiempo que llegue a Huacho. Pero la gran pregunta es: ¿tanto Rosa Vásquez, gobernadora regional, como Santiago Cano, alcalde provincial de Huaura, dejarán de lado sus rencillas personales y, por fin, actuarán como verdaderas autoridades? ¿Convocarán a una reunión con los alcaldes distritales para exigir al presidente acciones concretas por la seguridad en la región y la provincia? ¿O solo se quejarán como siempre de que les quitaron las transferencias por obras y seguirán velando por sus intereses personales?
Mientras tanto, Rosa Vásquez se encuentra en Huánuco tomándose fotitos con el presidente Jerí, en lugar de estar gestionando ante el Ministerio del Interior. Santiago Cano, por su parte, sigue más preocupado por las transferencias y su imagen que por trabajar en beneficio de los pobladores de la provincia de Huaura. Y los consejeros regionales, ausentes como siempre: no fiscalizan nada, sus visitas a obras son puro show, un simple saludo a la bandera.
Lo más indignante es que Rosa Vásquez viajó con una gran delegación a Huánuco, gastando dinero de los pobladores de la Región Lima. Todo indica que el objetivo principal fue llenar el álbum de fotos y alimentar su ego político. La acompañaron su oficina de comunicaciones, gerentes y subgerentes; todos, por supuesto, con viáticos pagados con recursos del Gobierno Regional.
Ahora anuncian como si fuera un logro histórico que el 5 de diciembre empezará la descolmatación de los ríos, cuando las lluvias ya están a la vuelta de la esquina. La oficina de comunicaciones celebra este anuncio, dirigida nada menos que por José Montes Valle, el mismo que fue jefe de comunicaciones en la gestión de Chavarría y que ahora sirve fielmente a la “cholita”. Dicen que, de paso, estaría armando la campaña política de su esposo, Ramón Aldave, rumbo al Congreso.
Y como si todo esto fuera poco, la lectura de sentencia de Rosa Vásquez está programada para este 12 de noviembre. Estaremos atentos, porque parece que en el GORE Lima hay más preocupación por las cámaras que por la gente.
Fuente: Diario El Chaski
𝗨𝗻 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗮𝗷𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗶ó 𝗲𝗹 𝗺í𝗻𝗶𝗺𝗼 𝗲𝘀𝘁á𝗻𝗱𝗮𝗿 𝗹𝗲𝗴𝗮𝗹
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