Sunedu: estas son las 5 universidades que desaparecieron en Perú tras no recibir el licenciamiento

El nivel educativo en muchas universidades del Perú dejaba mucho que desear en el pasado, sin embargo, con la presencia de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), se ha buscado mejorar la calidad del cuerpo docente y las instalaciones. A pesar de los esfuerzos por ajustarse a las normas establecidas, algunas universidades han enfrentado dificultades para cumplir con los estándares impuestos por Sunedu. ar el desarrollo académico de sus estudiantes.

El cierre de estas universidades por falta de financiamiento dejó abandonados a miles de estudiantes en todo el país, ya que sin el licenciamiento adecuado, simplemente no podrían seguir enseñando y sus estudiantes tendrían que volver a comenzar sus estudios desde cero. En la siguiente nota, les mostramos cinco de las universidades más conocidas que ya no existen en Perú.

Universidad Alas Peruanas (UAP)

La Universidad Alas Peruanas (UAP) no se encuentra operativa desde el 16 de noviembre de 2021, tras la denegación definitiva de su licencia institucional por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).

Los estudiantes matriculados en la UAP al momento del cierre lograron tener las opciones de transferirse a otra universidad licenciada por Sunedu. De igual manera, podrían convalidar sus estudios y continuar en otra institución, o, por último, culminar sus estudios en la UAP, siempre y cuando la universidad presente un plan de cese de actividades aprobado por Sunedu.

Los estudiantes matriculados en la UAP al momento del cierre lograron tener las opciones de transferirse a otra universidad licenciada por Sunedu. De igual manera, podrían convalidar sus estudios y continuar en otra institución, o, por último, culminar sus estudios en la UAP, siempre y cuando la universidad presente un plan de cese de actividades aprobado por Sunedu.

Universidad Científica del Perú (UCP)

La Universidad Científica del Perú (UCP) cerró sus puertas definitivamente en el año 2023. La casa de estudios supeiores no obtuvo la licencia institucional por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).

Al igual que la Universidad Alas Peruanas, los estudiantes de esta universidad pudieron haber culminado sus estudios en otra universidad licenciada por Sunedu; así como convalidar sus estudios y continuar en otra institución, o, por último, culminar sus estudios en la UAP, siempre y cuando la universidad presente un plan de cese de actividades aprobado por Sunedu.

Universidad Privada Juan Pablo II (UJPII)

La Universidad Privada Juan Pablo II, fundada en el año 2010, fue un centro educativo que albergaba a 930 estudiantes y contaba con una plantilla de 90 docentes en sus instalaciones situadas en el distrito de Ate. Sin embargo, su existencia llegó a su fin de manera definitiva luego de que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) anunciara el cese de sus funciones.

Tras una exhaustiva evaluación, se determinó que esta institución no cumplía con ninguno de los requisitos establecidos en las Condiciones Básicas de Calidad contempladas en la Ley Universitaria.

Universidad Privada de Pucallpa

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), mediante resolución de su Consejo Directivo, negó la solicitud de licencia institucional realizada por la Universidad Privada de Pucallpa (UPP) en 2019. Esta decisión obedece a que la UPP no pudo demostrar el cumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) establecidas en la Ley Universitaria.

En consecuencia, la universidad inició un proceso ordenado de cese de actividades. La Sunedu decidió otorgarle un plazo máximo de dos años para cesar completamente sus actividades, y en 2021, esta universidad cesó sus actividades definitivamente.

Universidad Privada Telesup

En 2029, la Sunedu también le negó el licenciamiento a la Universidad Telesup, la cual tenía a más de 20,000 estudiantes, debido a que incumple las condiciones básicas de calidad establecidas en la Ley Universitaria. De acuerdo con la resolución del consejo directivo de la Sunedu, Telesup deberá iniciar un proceso ordenado de cese de sus actividades en un plazo máximo de dos años; aunque desde hoy quedó impedida de admitir nuevos estudiantes. No obstante, los grados y títulos que emita en este tiempo seguirán siendo válidos y reconocidos.

De acuerdo con la SuneduTelesup no ha sido capaz de demostrar el cumplimiento de ninguna de las ocho condiciones básicas de calidad (CBC) establecidas por la Ley Universitaria desde que inició su proceso de evaluación en el 2017. Esto, a pesar de que en el semestre 2018-II la universidad dejó de dictar 18 carreras que tenían más de 5,700 estudiantes.

¿Qué es Sunedu?

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) es un organismo técnico especializado adscrito al Ministerio de Educación del Perú, encargado de la regulación y supervisión de la calidad de la educación universitaria en Perú. Sunedu tiene una serie de funciones principales, entre ellas:

  1. Licenciamiento de universidades: Sunedu es responsable de otorgar licencias a las universidades en Perú, asegurándose de que cumplan con ciertos criterios básicos de calidad. Esta es una de sus funciones más destacadas, ya que cualquier institución de educación superior debe tener esta licencia para operar legalmente.
  2. Supervisión del cumplimiento de condiciones básicas: Una vez que una universidad está licenciada, Sunedu también supervisa que siga cumpliendo con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) establecidas en el proceso de licenciamiento.
  3. Promoción de la mejora en la calidad educativa: A través de diversos mecanismos, Sunedu trabaja para fomentar la mejora continua en la calidad de la educación superior, incluyendo la actualización de currículos y la promoción de la investigación.
  4. Registro de grados y títulos: Sunedu también gestiona el registro nacional de grados y títulos universitarios, asegurándose de que las credenciales otorgadas por las universidades sean válidas y estén debidamente reconocidas.
  5. Intervención en caso de irregularidades: La Sunedu puede intervenir en situaciones donde se detecten irregularidades o incumplimientos de las normas de educación superior, incluso llegando a imponer sanciones o cerrar programas académicos.

La creación de Sunedu ha sido parte de un esfuerzo más amplio por elevar los estándares de educación superior en Perú y garantizar que los estudiantes reciban una educación de calidad que contribuya a su desarrollo profesional y personal.

Sunedu se rebela al Ejecutivo y dice que es un ente autónomo

La nueva Sunedu, cuya conformación se efectuó tras la aprobación de la Ley 31520, llamada también ley de la contrarreforma universitaria, se encuentra empoderada al punto de que se ha mostrado rebelde a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) porque sus asesores dicen que es un ente autónomo que no depende del Ejecutivo.

Todo empezó el pasado 1 de marzo cuando el ahora exsecretario de gestión pública de la PCM Heber Cusma ordenó a la Sunedu –a través de un informe– que derogue su resolución aprobada en febrero que establece que las universidades ya no pueden ofrecer carreras de pregrado con clases 100% virtuales.

La secretaría de gestión pública de la PCM sustentó que la Sunedu no presentó el Análisis de Impacto Regulatorio Ex Ante (AIR) ante la Comisión Multisectorial de Calidad Regulatoria, la cual es una herramienta que sistematiza la evaluación de problemas públicos. También señaló que “no cumplió con el debido proceso y que vulnera el derecho de los estudiantes”.

Tras ello, el último miércoles, la nueva Sunedu rechazó el informe de la PCM y señaló que no retrocederá en la medida ya impuesta a las universidades.

“La Ley 31520 sacó a la Sunedu del Ejecutivo y así se convirtió en un ente autónomo e independiente que ya no está adscrita al Minedu (…) La Sunedu, como las universidades, no puede formar parte del poder político. Depende de su ley orgánica, está sometida a la ley y la Constitución”, explicó el excongresista fujimorista Carlos Mesía, quien es hoy asesor jurídico de la institución.

Cuestionamientos

Esta afirmación ha generado polémica. La Asociación de Universidades Nacionales del Perú (Aunap) aclaró que si bien la Sunedu es un ente autónomo de naturaleza jurídica de derecho público interno con pliego presupuestal, esta no opera como órgano constitucionalmente autónomo, como el Reniec, la Contraloría, el TC, la ONPE, la Defensoría del Pueblo, entre otros.

En eso coinciden los exfuncionarios del Minedu Jorge Mori y José Luis Gargurevich, quienes señalaron que la Sunedu no puede estar flotando en el espacio porque debe estar adscrita a algo, en este caso, a la PCM.

“Esto puede sentar un mal precedente porque el Congreso va a poder crear entes autónomos solo con una ley sustantiva, cuando estos deben estar taxativamente expresados en la Constitución”, afirma Gargurevich, quien fue exviceministro de Educación y tiene una maestría en políticas públicas.

Cambios en PCM

Llama la atención que tras la respuesta de la Sunedu, la PCM haya separado al secretario de gestión pública, Heber Cusma.

Según informó la PCM, Cusma puso su cargo a disposición el 6 de marzo. El último jueves, designaron a su reemplazante, Geraldine Mouchard. Tratamos de conocer su postura sobre el tema, pero no hubo respuesta. 

Pedido

Gargurevich pidió a la nueva secretaria de gestión pública de la PCM, Geraldine Mouchard, o al ministro de Justicia, Eduardo Arana, que aclaren la controversia. “De lo contrario, el vacío legal hará insostenible a la Sunedu y no atenderá las reglas del Estado”.

Lamentó que la Sunedu se presente como un gremio de universidades.

Las declaraciones

“La Sunedu no puede flotar en el aire, debe estar adscrita al Ejecutivo. No es un ente autónomo constitucionalmente. El premier debe pronunciarse”, José Luis Gargurevich, Exviceministro.

“La Ley 31520 convirtió a la Sunedu en un ente autónomo. Está sometida a la Constitución y no a un funcionario de tercer nivel que ya ha sido expulsado”, Carlos Mesía, Asesor de nueva Sunedu.

En el Ojo de la Tormenta: Intromisión perjudicial

POR DANTE PACHECO:

No cabe la menor duda que, en forma coordinada o no, las autoridades nacionales y el propio legislativo están empeñados en continuar bajando la calidad educativa en nuestro país, no solo en lo que conocemos con Educación Básica, también en el nivel universitario, razón por lo que desde hace algún tiempo tratan de desaparecer o restarle autoridad a la SUNEDU -Superintendencia Nacional de Educación Universitaria-. Ahora resulta que la Presidencia del Consejo de Ministros dispuso a dicha institución supervisora que aplique la enseñanza virtual en un CIEN POR CIENTO a los estudios de los niveles de pre grado, grado, etc. es decir que las universidades pueden brindar clases vía internet, sin que el alumno pise alguna vez un aula, lo que obviamente le resta calidad a la enseñanza y coloca la educación universitaria en una situación de desmedro.

Es evidente que la orden del Ejecutivo nace de la Presidencia de la República, aunque no se conoce la motivación, sin embargo, se presume que se siguen dictados de entidades mundiales que pretenden cada día rebajar los niveles de calidad de la educación peruana en todos sus ámbitos. En razón de ello es que la SUNEDU se vio obligada a emitir un comunicado rechazando la decisión de la PCM por considerarla lesiva. Como es de dominio público el organismo supervisor determinó que en un porcentaje hasta el 70 por ciento se pueda dictar clases en forma virtual y el resto debía ser presencial, pero ahora el Ejecutivo, a través de un oficio pretende que se derogue esta medida a fin de que la virtualidad sea en un 100 por ciento.

Cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta que la virtualidad jamás podrá igualar las clases presenciales, por lo tanto, se asume que lo que se pretende es atentar contra la enseñanza universitaria y restarle autonomía a la SUNEDU, lo que va en detrimento de todo lo que significa calidad, aunque no se descarta que detrás de este tema estén empujando el carro los dueños de las universidades particulares que han encontrado otro filón en la virtualidad, sin importar si el alumno aprende o no, o si la enseñanza universitaria se desmejora o no; en todo caso para esa élite de quienes se han enriquecido a costa de la educación solo les importa amasar fortuna y nada más… pobre nuestro Perú.

PCM ordena a Sunedu derogar resolución que prohíbe las clases 100% virtuales en universidades del Perú

La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ordenó a la Sunedu derogar, en un plazo de 5 días hábiles, la disposición que prohíbe las clases 100% virtuales en las universidades a partir del periodo académico 2024, ya que advirtió que dicha norma «genera variación de los costos de cumplimiento y limita los derechos de las personas».

Asimismo, la PCM tomó la decisión al notar, después de una revisión, que la Sunedu no presentó ante la Comisión Multisectorial de Calidad Regulatoria (CMCR) el Análisis de Impacto Regulatorio Ex Ante (AIR), la Resolución del Consejo Directivo n.° 033-2023 ni la n.° 00006-2024.

La presentación de dicho análisis es obligatorio por el decreto legislativo n.° 1565, ley que fortalece el proceso de mejora de la calidad regulatoria. ¿Qué quiere decir esto? Que «por ley, todas las normas de los organismos del Estado deben pasar por calidad regulatoria para mirar el impacto de sus decisiones. Las que no acaten esto, serán derogadas», explicó Jorge Mori, director del Centro para el Análisis de Políticas Públicas de educación superior, a La República.

Por ende, según el especialista, la Sunedu deberá acatar, por ley, la derogación de ambas resoluciones. La primera de ellas, n.° 033-2023, modifica las disposiciones para la prestación del servicio educativo superior universitario bajo las modalidades semipresencial y a distancia. Mientras que la segunda, n.° 00006 – 2024, prohíbe a las universidades ofertar y admitir estudiantes en programas de pregrado con un componente de 100% de virtualidad.

«La PCM es el ente rector y debe velar porque este tipo de normas se hagan cuidando el impacto que tendrían esas resoluciones en los jóvenes», sustentó Mori.

PCM alertó que Sunedu limitó el derecho de los estudiantes

La Resolución del Consejo Directivo n.° 033-2023 modifica el porcentaje de la modalidad semipresencial, es decir, antes era desde más del 20% hasta el 70% del total de créditos, pero, con la modificación, es hasta un máximo de 60% del total de créditos. Además, establece que los programas de estudios de pregrado y posgrado que requieran hacer uso de campos clínicos de las carreras de salud solo pueden ser ofrecidos en modalidad presencial (nutrición, psicología, trabajo social, farmacia, medicina, entre otras).

Las observaciones de la PCM sobre ello fueron: «Al respecto, considerando las medidas contenidas y lo dispuesto en el numeral 10.1 del artículo 10 del Reglamento del AIR Ex Ante, en coordinación con la CMCR, se concluye que la norma genera variación de los costos de cumplimiento y limita derechos de las personas; por lo que, correspondió que la entidad presente a la CMCR un expediente AIR Ex Ante con el proyecto normativo, previo a su aprobación, para la evaluación respectiva».

En tanto, respecto a la Resolución n.° 00006-2024, las universidades se encuentran prohibidas de ofertar, crear y/o admitir estudiantes en programas de pregrado con un componente de 100% de virtualidad.

La conclusión de la PCM tras la revisión de esta resolución fue que, al igual que la anterior, se limitaron los derechos de las personas.

«Al haberse observado lo anterior, corresponde que la entidad derogue las disposiciones normativas correspondientes de la Resolución del Consejo Directivo n.° 033-2023-SUNEDU/CD y de la Resolución del Consejo Directivo n.° 00006-2024-SUNEDU-CD», concluyó la PCM.

Sunedu extiende el periodo de vida a la universidad Garcilaso de la Vega

“Nos embarcamos en una nueva era (…) además, hemos optado por simplificar el nombre comercial, pasando de Universidad Inca Garcilaso de la Vega a Universidad Garcilaso, una decisión tomada con la convicción de facilitar la identificación y posicionamiento, manteniendo al mismo tiempo el nombre completo para documentos formales”, es lo que se lee en la cuenta oficial de Facebook de la Universidad Garcilaso de la Vega.

Así es como anuncian su nueva imagen y, además, un nuevo intento de licenciarse pese al pasado oscuro que pesa sobre esta casa de estudios, que afectó a los miles de alumnos que una vez estudiaron en sus aulas.

QUIEREN VOLVER

Con frases como “reingresa ahora” y “vuelve y termina tu carrera” llaman a sus exestudiantes a invertir su dinero en concluir sus carreras universitarias en una universidad que, según la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), incumplió con aspectos básicos de calidad, además de tener un rector que ganaba S/2 millones mensuales.

La nueva Garcilaso está sin autorización de funcionamiento desde 2019. Pasó de estar en liquidación a “reestructuración” y ha presentado los documentos correspondientes para lograr un nuevo proceso de licenciamiento.

En 2022, la Sunedu le dio un año más para que cierren permanentemente. En marzo del año pasado la universidad debió cesar sus actividades oficialmente, pero los premiaron con un permiso hasta el 3 de marzo de 2024. El 7 de septiembre de 2023, les dieron un año más. El cese definitivo será en 2025 si es que antes no les lanzan un salvavidas con un nuevo licenciamiento.

La Sunedu le sigue dando oportunidades pese a que la falta de calidad es evidente.

En octubre del año pasado, este diario fue a la única sede que estaba abierta de la universidad (en ese entonces), en Lince, e indicaron lo siguiente respecto a las clases: “la primera semana o quincena de octubre se reinicia, todavía no tenemos cronograma, todavía no tenemos nada, las clases son virtuales, en la misma plataforma va a salir la información correcta”.

Los últimos días de diciembre de 2023, Perú21 volvió a la nueva sede abierta de la Garcilaso, en Pueblo Libre, y nadie dio la cara. Aseguraron que las inscripciones para el ciclo que inicia en enero acabaron y que por fiestas no estaban atendiendo.

En el cartel que está en la fachada de la universidad, que anunciaron con bombos y platillos, se puede leer: “Reingreso válido sujeto a evaluación. El alumno no debe tener deudas pendientes y deberá actualizar su matrícula”.

Para conocer acerca de este proceso, el estudiante debe ingresar sus datos en un formulario simple y debe ser obligatoriamente exalumno, porque por ahora no se permiten nuevos ingresos.

Mientras tanto, en los comentarios de las redes sociales, los alumnos piden celeridad en los procesos, devolución del dinero que pagaron y sus títulos y grados.

Al respecto, el exministro de Educación Ricardo Cuenca explicó a este diario que estas universidades tenían la opción de subsanar y volver a presentarse las veces necesarias hasta que cumplan con los requisitos, según las alternativas que la primera ley ofrecía. Lo que han hecho ahora, es esperar el cambio de la nueva ley y que les den plazos ilimitados para seguir funcionando.

Cuenca indicó que posiblemente más adelante se alterarán las alternativas de licenciamiento a favor de las no licenciadas.

Sunedu, que ahora se dice que va a devolver la “autonomía” a las universidades, se ha convertido en cómplice de malas prácticas de aquellos que no piensan en el profesionalismo y el futuro de los alumnos.

Este diario intentó comunicarse con la Universidad Garcilaso de la Vega, pero el número que se encuentra en su página principal está deshabilitado.

Además, contactamos con la Sunedu para que nos den una explicación sobre el tema, pero no hubo respuesta. Hasta la fecha, en más de cinco oportunidades, Perú21 ha pedido entrevistas a la entidad reguladora sin éxito.

Sunedu reducirá beneficios de educación virtual a estudiantes de universidades licenciadas

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) dejará sin oportunidad de estudiar a alumnos similares a Jhino Aguilar, un alumno de la Universidad Privada del Norte que tiene una familia, trabaja y vive en una zona fronteriza de la selva peruana, quien por la lejanía entre su centro de estudios y su hogar ha optado por estudiar a distancia.

O casos parecidos a Romina Rojas, que tuvo cáncer, ahora no tiene voz y no puede asistir presencialmente a clases.

La Sunedu se justifica en “expertos”, entre docentes, especialistas y otros trabajadores del sector educación quienes habrían recomendado que “existen programas de estudio que, por su naturaleza y características intrínsecas del ejercicio de la profesión, deben contar con un menor componente de virtualidad”.

Sin embargo, como Perú21 ya ha revelado, a las ‘universidades’ no licenciadas sí les permiten sacar títulos y bachilleres virtuales por montones, a través de clases “asincrónicas” que en realidad no son más que los propios estudiantes autoenseñándose la carrera, engañando a alumnos con cobros de exorbitantes de pensiones por educación “virtual” de cero calidad y publicidad engañosa.

¿Entonces la Sunedu realmente está preocupada por las clases a distancia?

La resolución N.° 033-2023-SUNEDU/CD se respalda en que han pasado tres años desde que terminó la pandemia y que por eso mismo se deben cambiar los lineamientos virtuales interpuestos para la época de emergencia, refiriéndose a “la oferta de programas en modalidad semipresencial y a distancia o no presencial”.

Por lo que han impuesto que de manera “semipresencial” se estudie solo el 60% de manera virtual y que la modalidad “no presencial” sea solo en un 80% a distancia.

Esto afectaría a alumnos similares a Romina o Jhino y no podrían llevar clases presenciales por lo complicado de sus casos. Esta modificación empezaría a aplicar desde 2024.

“Hay poblaciones vulnerables que no tienen otra oportunidad, por ejemplo, si vives en zonas rurales, si vas a una educación convencional tu única opción es abandonar (para trabajar) mientras que si estudias a distancia puedes desplazarte a cualquier ciudad para trabajar y no estás obligado a dejar de estudiar”, fue lo que acotó sobre el tema Emma Barrio, vocera de la universidad Continental.

Además, añadió que antes en una universidad había hasta dos docenas de estudiantes con discapacidad, tras la pandemia y el inicio de la virtualidad, este número se ha visto incrementado. Incluso aseveró que alumnos en sillas de ruedas estudian cómodamente desde casa, en lugar de gastar hasta el triple solo en traslados, a comparación de lo que gasta un estudiante convencional en ir a la universidad.

PSICOLOGÍA EN RIESGO

Otro gran grupo que se ve afectado por esta modificación de la norma es la carrera de Psicología. Si bien es una rama de ciencias de la salud, es diferente a estudiar Medicina Humana u Odontología. Emma Barrio, quien también es egresada de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, explicó que los argumentos impuestos por el Colegio de Psicólogos del Perú no son claros y que afecta a aquellos alumnos que estudian en la modalidad “semipresencial” y “a distancia”, ya que, según la disposición, todas las modalidades de Psicología tendrán que ser 30% virtual y 70% presencial. Nuevamente, los alumnos más vulnerables son las principales víctimas.

Aseguraron que la decisión es una “consecuencia de políticas asumidas por algunas universidades nacionales e internacionales que impactan negativamente en la profesión y empleabilidad del psicólogo”.

Al respecto, el director de Aprendizaje Digital y Online de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Jorge Bossio, comentó que “si nosotros decimos que la tecnología no ayuda a cierta carrera estaríamos tapándonos los ojos, la misión de Sunedu es velar por la calidad de la educación, no cortar o prohibir modalidades de estudio o tecnologías”.

TENGA EN CUENTA

  • Una vez más, este diario intentó contactar con la Sunedu para que den sus descargos sobre el tema, pero enviaron un simple documento general sobre el tema y no volvieron a responder nuestras preguntas.
  • Las carreras que buscan ser virtuales totalmente no involucran a aquellas como Medicina Humana u Odontología, que sí necesitan de trabajo presencial para poder ser desarrolladas de manera correcta.