El amanecer en Chancay ya no es el mismo. Donde antes solo se escuchaba el golpe irregular de las olas contra un litoral silencioso, hoy se impone el zumbido constante de grúas, el eco de motores de gran calado y el movimiento incesante de miles de toneladas de carga que llegan y se van como si el tiempo se hubiera acelerado. Un puerto joven, apenas un año en operaciones este 14 de noviembre, ha transformado la quietud del norte chico en el pulso de un nuevo corredor marítimo para toda la costa del Pacífico.
Pero lo que realmente sorprende no es la actividad frenética, sino la magnitud del cambio que se ha producido en tan poco tiempo. En solo doce meses, el terminal no solo ha superado las proyecciones operativas iniciales, sino que ha modificado la lógica del comercio marítimo del Perú y de buena parte del Pacífico sur. El impacto se percibe también en la vida cotidiana de una ciudad que, hasta hace poco, era un punto discreto en el mapa portuario del país.
En ese contexto, Paola Fune, gerente institucional de Cosco Shipping Ports Chancay, explica cómo este año ha redefinido la relación entre el puerto y la comunidad.
“Más de 365 días han pasado y la vida aquí en Chancay ha cambiado muchísimo”, señala. “Creo que una de las cosas más importantes es que tenemos una relación muy cordial con la comunidad y acompañamos tanto el crecimiento del puerto como el de la localidad”.
La presencia del terminal ha multiplicado el empleo en una zona donde las oportunidades formales eran escasas.
“Actualmente somos 702 trabajadores, y el 53 % es personal chancayano. De ese grupo, el 20 % son mujeres”, detalla Fune. “Todos tienen un puesto de trabajo formal bajo el régimen 728, con todos sus derechos y beneficios”.
El cambio no se limita a lo laboral; también ha dinamizado la actividad económica en toda la ciudad.
“Se han incrementado los emprendimientos: ahora hay más hoteles, restaurantes, negocios de diversos rubros. Antes no existían, por ejemplo, clínicas odontológicas; hoy ya hay varias. Incluso el Ministerio de Justicia está evaluando sumar un segundo notario para la ciudad”, comenta.
Las mejoras viales también han sido un eje clave para evitar que el crecimiento del puerto genere impacto negativo en la vida cotidiana.
“Tuvimos mucha preocupación por no afectar a la comunidad. Por eso gestionamos con el Ministerio de Transportes y se construyó una línea elevada para que los camiones pasen por allí, mientras los trabajadores circulan por la parte superior”, explica. “Eso ha reducido el tránsito y ha hecho más segura y fluida la circulación”.
El control del ingreso de camiones ha sido otro desafío que el puerto ha enfrentado con tecnología. “El conductor se registra en una plataforma con nombre, DNI y foto. Esa misma persona debe venir conduciendo, no otra. Al llegar, se le toma una foto y recién puede ingresar”, afirma Fune. “Además, cada conductor tiene un turno asignado. Si Pedro Sánchez debe entrar entre las 9 y las 11 de la mañana, solo puede ingresar en ese horario. No antes, no después. Esto evita la acumulación de camiones o estacionamientos indebidos”.
La gerente institucional subraya que esta planificación ha impedido que se repitan problemas comunes en otros puertos.
“Nuestros camiones no ingresan a la zona urbana de Chancay. Solo transitan por la Panamericana y por el complejo de ingreso. Esa es una diferencia enorme respecto de otros terminales del país”.
Y en ese punto hace una revelación que confirma la velocidad del crecimiento, pues adelanta que el concesionario plantea comprar una grúa más.
Moderno hub
A solo cuatro meses de iniciar su operación comercial, el terminal ya había desplazado a Paita en el ranking portuario, ubicándose en segundo lugar a nivel nacional con 34,913 TEU solo en agosto. Fue un salto inesperado por su velocidad, especialmente considerando que el terminal empezó su fase de pruebas en noviembre de 2024 y abrió oficialmente al comercio el 1 de junio de 2025.
Este ascenso ocurrió en un contexto en el que las exportaciones totales del Perú experimentan un crecimiento sostenido. Entre enero y agosto, estas alcanzaron más de US$ 55,640 millones, un aumento del 18.8 % frente al mismo periodo de 2024. El dinamismo comercial también se refleja en el uso intensivo de la infraestructura portuaria: solo en agosto se atendieron 351,354 TEU a nivel nacional, un crecimiento del 20.6 %, y la carga a granel aumentó 7.1 % hasta totalizar 5.9 millones de toneladas.
El Callao mantuvo el liderazgo con 272,269 TEU ese mes, pero la sorpresa fue el rápido posicionamiento de Chancay, que desplazó al puerto de Paita —que también creció notablemente, con 34,554 TEU y un alza de 78.7 %— y confirmó que su entrada al mercado ya está alterando el equilibrio portuario. Según la APN, mientras el Callao movilizó 2.7 millones de toneladas en agosto, Chancay alcanzó 356,097 toneladas, superando a Paita, que registró 178,898 toneladas.
Entre enero y agosto, el Callao lideró con 2.2 millones de TEU (+10.7 %), seguido por Paita (218,499 TEU, +53.6 %). Chancay apareció en tercer lugar con 86,905 TEU atendidos en solo cuatro meses de operación comercial plena. Un periodo breve, pero suficiente para mostrar la magnitud de su despegue.
El impulso internacional también se hizo evidente en la ruta Chancay–Shanghái. Según la aduana de Shanghái, entre enero y septiembre el terminal peruano manejó 154,000 toneladas en comercio bilateral, valorizadas en US$ 559.3 millones, un crecimiento de 57 % interanual, consolidando esa conexión como un nuevo eje para el comercio entre China y Sudamérica. El tiempo de viaje marítimo se redujo de más de un mes a solo 23 días y los costos de envío bajaron al menos 20 %.
Sin embargo, el avance acelerado no oculta los desafíos internos. A pesar de su rápido posicionamiento, Chancay aún enfrenta obstáculos para convertirse —junto con el Callao— en un verdadero hub portuario interconectado. Los gremios empresariales advierten sobre sobrecostos generados por restricciones municipales al paso de camiones, que limitan la circulación a horas de madrugada, lo cual es contradictorio con la necesidad de un flujo logístico constante.
También se requiere habilitar rutas exclusivas para el transporte de mercancías, implementar trenes que conecten la Carretera Central con los puertos y construir antepuertos que ordenen el ingreso de camiones. Además, sigue pendiente el reglamento de la nueva Ley de Cabotaje, pieza clave para dinamizar el transporte marítimo interno.
En el caso de Chancay, un problema local amenaza con frenar su expansión: el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) sigue sin aprobarse en la Municipalidad Provincial de Huaral. Sin este instrumento, resulta inviable planificar el crecimiento ordenado de la ciudad y habilitar zonas logísticas necesarias para sostener la operación del puerto.
El millón de TEU
Ese impulso inicial es apenas el comienzo. Las proyecciones indican que, hacia fines de 2026, el terminal se acercará al millón de TEU transferidos, un umbral que activará la segunda etapa de expansión. La visión de largo plazo se sostiene en una capacidad instalada diseñada para recibir a los gigantes del comercio global: buques de hasta 24 mil TEU, posibles de atender gracias a sus 18 metros de profundidad y a un equipamiento tecnológico de última generación.
Por ahora, llegan naves de 14 mil contenedores, y el próximo año deberían arribar las de 18 mil. La expectativa es que, con suficiente volumen consolidado entre Chancay y Callao, los colosos de 24 mil TEU comiencen a operar rutas regulares.
2025
Este año el terminal recibió la Licencia Portuaria, un hito regulatorio que marcó el inicio oficial de sus operaciones comerciales. El proyecto concebido hace 14 años había cruzado la línea que separa las grandes promesas de las realidades que transforman territorios.
Aniversario
El primer aniversario del puerto de Chancay no se limita a un recuento solo administrativo, sino que es el punto de partida de una transformación más profunda, que ha acelerado rutas, reconfigurado los mercados y también redibujado el rol del Perú dentro del comercio internacional. Lo que antes parecía solo un proyecto ambicioso hoy es una realidad que mueve al país hacia el desarrollo económico y obliga a toda la región a repensar su estructura logística.
El Perú cambió su destino marítimo
Hoy 14 de noviembre que se cumple un año de operaciones, lo más revelador es la certeza de que el Perú cambió su destino marítimo. Cuando los buques de 24 mil TEU lleguen como parte de una rutina establecida, estará claro que este cambio comenzó en este litoral que decidió convertirse en eje del Pacífico.

