“Presidente no quiere que lo investiguen ni que capturen a ex funcionarios de su entorno presidencial”

EL OJO DE LA TORMENTA, POR DANTE PACHECO:

Lo ocurrido en el país en las últimas horas con la fuga del exministro de Transportes, hecho que se vio venir y que además el propio Gobierno habría alentado a que la gente del entorno presidencial desaparezca de pronto del mapa. Es de dominio público que la decisión judicial de dictar prisión preventiva contra Juan Silva estaba cantada; es decir, que todo apuntaba a que se sigan dando situaciones escabrosas que lo involucraban y que por ello, en cualquier momento debía dictarse la medida; no obstante, nadie del Gobierno se habría dado cuenta, a pesar de que el 27 de mayo se alertó a la policía de una posible fuga y se prolongará vigilar al extitular de Transportes, la medida judicial se tomó el 6 de Junio ​​y el día 7 ya se dio a conocer que el hombre de los cien grandes ya no estaba en su casa, o mejor dicho, se encontró con paradero desconocido,

Lo peor de todo es que en un doble discurso, el presidente Castillo y el propio primer ministro hablen para un público que este Gobierno sufre de aparente persecución o de ser pasibles de un proyecto de vacancia o golpe. La verdad es que Castillo debe estar involucrado en estos temas de corrupción, a un público habla de que él no ha tocado ningún centavo del Estado y que si quieren sancionarlo entonces hay que probar lo que se dice, en esa misma dirección está el primer ministro; sin embargo, para lograr corroborar los vínculos del presidente con su sobrino, con Villaverde, con el exministro Juan Silva, no tiene que lograr una investigación, pero Castillo entonces cambia de parecer y ahora ha ido por una tutela de derecho para frenar la ampliación de investigación abierta por el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez;

El Perú tiene que conocer la verdad y, para ello, es necesario que prontamente se capture a los tres prófugos de la justicia y que el presidente no se oponga a las investigaciones donde se respete el debido proceso. Los honestos no deben temer a la verdad, pero al parecer eso no será posible con todas las triquiñuelas que arman el Gobierno del “prosor”.