Peligran cumplimiento de metas y millones de soles que debían invertirse en la región Lima se devolverían al tesoro público

Han pasado casi 45 días desde que la gobernadora Regional de Lima, Rosa Vásquez, asumió el cargo y hasta el momento no se ha invertido ni un solo sol, no obstante las inacabables necesidades que tenemos en las 9 provincias de la región. Si bien los que pintaron paredes y los que se inflamaron las gargantas gritando en los mítines dirán que es ridículo hacer un balance en este poco tiempo, le recordamos que ya el Gobierno Regional de Moquegua tiene 8.1% de avance. ¿O es que la gobernadora de Moquegua, Gilia Gutierrez, es una iluminada? De ambas autoridades mujeres ya ven ustedes qué gobernadora regional está demostrando incapacidad en la gestión.

Pero lo preocupante de esto, más allá del último lugar y de no haber gastado un solo sol, es que Rosa Vásquez, de no virar el timón, vamos camino al desastre y a NO lograr las metas a fin de año y estaremos otra vez llorando por las ineficiencias e incapacidades que hemos tenido con las anteriores autoridades. Devolver dinero al fisco, en una región que tiene tantas carencias, sería un nuevo insulto a los pueblos de Lima provincias.

Existe una incompetencia total en la región Lima. Un gerente general encerrado en sus cuatro paredes, un administrador que no conoce a sus cuadros técnicos, gerentes sin brújula, directores sin experiencia ni criterio; y asesores que se cansan de revisar y foliar documentos, pero sin un objetivo que seguir. Si desde la máxima autoridad no hay un norte, los funcionarios difícilmente podrán actuar como engranajes para poner en marcha el desarrollo.

“La Cholita”, podría ser la “gobernasaurio”, que se quedó en la era de alcaldesa. Desconoce totalmente de administración a nivel de gobierno regional. Todo es nuevo para ella y lamentablemente a los que ha llevado como soporte técnico, tampoco dan la talla. ¿Por qué sigue manteniendo en el cargo a esos funcionarios? ¿Acaso está pagando favores? ¿Existe presión de proveedores ¿Acaso Lima provincias en vez de apuntar a una potencia regional va descender al nivel de una vecindad donde no es el señor Barriga, sino “Don Ramón” el que cobra la renta en esa vecindad?

Es tiempo de recomponer la administración, o estaremos condenados una vez más no solo a quedar en el último lugar, sino a no lograr las metas y devolver dinero que bien podría ser invertido en obras sociales y de desarrollo para la región. Esperemos que sea así.